El pueblo venezolano está hambriento y su país está colapsando” aseguró Trump en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU desde que asumió el cargo, en el que atacó en duros términos a los gobiernos venezolano del presidente Nicolás Maduro y al cubano de Raúl Castro.
“La dictadura socialista de Maduro ha generado un dolor terrible y un sufrimiento al pueblo de ese país”, agregó el mandatario, quien se mostró proclive a adoptar nuevas medidas si el gobierno “persiste en su camino para imponer un régimen autoritario contra el pueblo venezolano”.
Más de 100 personas murieron en Venezuela en una ola de protestas populares contra Maduro que comenzó el 1 de abril y se agravó con la decisión del mandatario de convocar a una Asamblea Constituyente, algo que la oposición considera un intento del mandatario de perpetuarse en el poder e instaurar una dictadura.
Anteriormente, Estados Unidos había aplicado una serie de sanciones contra Venezuela para castigar al gobierno de Maduro por violaciones a los derechos humanos y las libertades políticas, una situación que ahora podría acentuarse.
En este sentido, Trump consideró que la convocatoria de la Constituyente por parte del gobierno bolivariano representa “una situación completamente inaceptable y no podemos quedar al margen” y expresó que como “vecino responsable y amigo” buscará “ayudarlos para volver a ganar su libertad, recuperar el país y restaurar su democracia”.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, rechazó las críticas de Trump y acusó a Washington de buscar un “cambio de régimen por la fuerza”.
Trump “pretende gobernar el mundo y ni siquiera gobierna su propio país”, afirmó el ministro venezolano en declaraciones a periodistas en la sede de la ONU poco después de la intervención de Trump.
Arreaza defendió el derecho de su país a construir su “socialismo democrático”, recordó que mientras Trump forjaba su fortuna en Venezuela hubo 22 elecciones y dijo que “no hay imperio en el mundo” que obligue a los venezolanos a volver “a la esclavitud”.
El canciller venezolano aseguró que Estados Unidos ha “amenazado a Venezuela con una acción militar”, aunque preguntado sobre qué indicios tiene al respecto respondió sólo que el gobierno de Caracas no descarta “ninguna opción”.
En tanto, en Caracas, cientos de simpatizantes de Maduro realizaron hoy en una nueva “marcha antiimperialista” para rechazar las críticas de Trump a la llamada revolución bolivariana.
Los asistentes portaban pancartas con los rostros de los dirigentes de la oposición venezolana, a quienes acusan de “vendepatrias”; así como banderas y símbolos del chavismo y del gobernante Partido Socialista Unido (PSUV).
La movilización recorrió parte del centro y el oeste de la capital venezolana y llegó hasta el palacio presidencial de Miraflores para expresar respaldo a Maduro.
En la ONU, Trump también cargó contra el gobierno cubano, al que acusó de “desestabilizador y corrupto”.
“No levantaremos las sanciones al gobierno cubano hasta que haga reformas fundamentales” reiteró en relación a las medidas adoptadas por Washington en junio pasado cuando anunció la “cancelación” de la política de su antecesor, Barack Obama, hacia Cuba, que propició la normalización de las relaciones bilaterales y la reapertura de las embajadas en ambas capitales.
Los principales cambios ordenados por Trump son una prohibición para que las empresas de Estados Unidos hagan negocios con compañías cubanas de propiedad o controladas por las Fuerzas Armadas de Cuba y restricciones a los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla.
“Haremos cumplir el embargo”, dijo entonces Trump y hoy insistió en esa misma idea ante la ONU.
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