Pasan los días y Andrea Rincón no termina de encontrarle la vuelta a MasterChef Celebrity. Los que esperaban una nueva Vicky Xipolitakis se encontraron con una participante de perfil tirando a bajo, muy obediente a la hora de escuchar consejos, pero sin poder demostrar si sabe o no cocinar.
En el programa del jueves, el desafío fue crear a partir de ingredientes al azar. Con el mercado cerrado, una enorme piñata en el centro del estudio soltó una variedad importante de carnes, frutas y verduras, que los participantes tuvieron que atajar, como si se tratara de un cumpleaños infantil.
A pesar de la confianza, Rincón presentó un magro cerdo al horno con calabaza y chauchas, mientras hizo caso omiso a los consejos que los chefs le habían dado durante toda la noche. Germán Martitegui se lo dijo sin medias vueltas: “Sos muy cabeza dura. No tenés futuro acá si no sabés hacer un pescado. Llegá a tu casa, ponete un tutorial de cómo hacer pescado, comprate cinco y empezá a practicar. Es una parte fundamental de la cocina. No veo ninguna hierba ni veo ningún sabor”.
Mientras Damián Betular optó por el silencio, Donato de Santis perdió toda compostura, se puso serio y fue en su devolución el más enojado de los tres: “Cocinar rico no es suficiente en MasterChef. Lo que hiciste es un plato de compromiso de una buena ama de casa, que cocina algo decente para su familia. Esta es una competición, hacé lo que te dijo Germán, practicá sobre eso en estos días. Hacé todo lo que te imaginás, que hoy das por hecho y realmente no sabés hacer”.
Una noche para el olvido que Andrea Rincón cerró colocándose el delantal negro de sentencia, pasando directamente al especial de este domingo donde se decidirá si continúa o no en el certamen.
LA NACION