Dos hombres armados ingresaron a robar en un edificio de Recoleta haciéndose pasar por gasistas. Para hacerlo, maniataron al encargado y lo dejaron en el sótano. El portero logró escapar y avisar a la policía lo que estaba sucediendo, por lo que los ladrones terminaron huyendo.
El hecho ocurrió en un edificio de departamentos ubicado en la avenida Pueyrredón al 1700. Hasta el lugar llegaron dos hombres y pidieron hablar con el encargado, a quien le dijeron que tenían una tarea que cumplir.
Según le explicaron al portero, debían hacer unos controles a los medidores de gas de los departamentos e incluso presentaron una nota que presuntamente indicaba lo que debían realizar.
Cuando ingresaron a la sala donde se encuentran los medidores, inmediatamente amenazaron con sus armas al encargado y lo maniataron luego de golpearlo. Con el encargado reducido, empezaron a recorrer el edificio con un sólo objetivo: robar la mayor cantidad de departamentos que pudieran.
Maniatado, y con una cinta en la boca que le impedía pedir auxilio, el encargado logró salir a la calle y solicitó ayuda en un local comercial adyacente al edificio. Desde allí llamaron a la policía, que a los pocos minutos ya estaba en el lugar.
Cuando los agentes recorrían el edificio para dar con los delincuentes, llegaron hasta el segundo piso. Allí se encontraron con la puerta de uno de los departamentos forzada, y en el interior una empleada que había sufrido golpes por parte de los falsos gasistas.
Después de recorrer todo el edificio, y pese a acordonar la zona, los agentes policiales confirmaron que los ladrones habían escapado. Los investigadores tratarán ahora de identificar a los delincuentes con el análisis de cámaras de seguridad de la zona que hayan podido registrar su paso.
Tanto el encargado del edificio como la empleada del departamento del segundo piso fueron atendidos por un equipo del SAME por los golpes recibidos, aunque en ambos casos se trató de lesiones menores.
D.D.