Con un código de vestimenta obligatorio, el ballet Emeraldance de La Plata enseña danzas irlandesas como las que bailan los personajes de la serie e invita a viajar en el tiempo. “Se genera algo mágico en la pista”, aseguró el director del evento.
25 de septiembre 2023, 05:59hs
Faltaba más de media hora para las 16, pero ya se agolpaba una fila bastante extensa para ingresar al Centro Asturiano. Jóvenes, adultos, familias enteras, parejas, grupos de amigos llegaban al lugar con gran expectativa. Ellas posaban con sus vestidos largos de colores llamativos, peinados recogidos y flores a tono con la primavera; al igual que ellos, que mostraban su jacket y zapatos acordes para la ocasión: todos lookeados para iniciar un viaje a otra época y dejarse llevar por la magia que flotaba en el aire.
La impresionante puesta en escena del baile de Bridgerton. (Video: VideoLab/Agustina Ribó)
Es que, como una máquina del tiempo, el gran baile de Bridgerton logró transportar a los 300 participantes al período Regencia de principios de siglo XIX a través de las danzas irlandesas. En aquel entonces, estas reuniones tenían como objetivo presentar en comunidad a las jóvenes en busca de un potencial marido. Hoy, en cambio, la convocatoria llega a un público variado y revoluciona las redes, invitando a los usuarios a vivir como los personajes de la serie de Netflix por un rato.
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Organizados por el ballet Emeraldance de La Plata, los encuentros comenzaron a ser más concurridos y alentaron a que cada vez más personas se animen a sumergirse en esta experiencia basada en la serie de Shonda Rhimes: “Buscamos la forma de acercar un público nuevo a las danzas irlandesas. Pensamos que sería una buena idea recrear Bridgerton y que sea el enganche inicial porque viene gente que no iría a un festival celta, pero que queda fascinada con lo que sucede acá”, expresó Lisandro Rosales, su director.
El evento dura cerca de cuatro horas y los 20 bailarines en escena -junto a una orquesta en vivo- enseñan desde cero las diferentes ceilidh, como se llama a los pasos de eventos sociales.
La serie de Netflix -que cuenta con dos temporadas y una precuela- tuvo mucha recepción desde su estreno en 2020 y logró atraer a grandes y chicos; lo que se reflejó en el evento. Algunos, desde que llegan, entran en personaje. Otros son más tímidos y empiezan a tomar confianza con el correr de los bailes.
Todos se toman el evento con seriedad: “El trabajo es en conjunto entre el ballet y el público, ya que forman parte del espectáculo. Desde preparar la vestimenta, bailar, hacer las reverencias. Todo lo que aprendemos en la escuela de baile, que pareciera quedar en el tiempo, de repente cobra vida en el salón y se genera algo mágico”.
No solo participa gente de Buenos Aires, sino que vienen de diferentes provincias e incluso viajan desde otros países, como Paraguay y Ecuador: “La convocatoria es muy buena y fue creciendo con el paso de las fiestas”.
“Una ve que este tipo de fiestas que quizás se hacen en Estados Unidos o en otros lugares, pero cuando supimos que se hacía acá, quisimos venir”, dijo una joven a TN y contó que los videos de las anteriores reuniones la incentivaron a ir. En esa misma línea se manifestó Adrián: “Mi familia lo vio en las redes y les encantó la idea, así que vinimos todos. Es como una máquina del tiempo que por un ratito vamos a viajar para ver como se sentían en aquel momento”.
Hubo muchos fanáticos que querían estar en los pies de los protagonistas: “Nos gustó mucho la serie y le propuse a mi hija venir. A las dos nos copó”.
Sin embargo, muchos admitían que lo que les llamaba la atención del baile era hacer algo distinto. “Vine porque quería salir de la rutina”, señaló Daniela junto a dos chicas que había conocido minutos antes en el salón. “Llegué a la fiesta porque me aparecieron videos en TikTok. No iba a venir, pero dije ‘voy a salir de mi zona de confort, probar y conocer’”, contó una joven de Paraguay.
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Es el caso también de Diego. El hombre es cirujano plástico y fue su esposa, Theo, quien le insistió para ir y desconectarse de la cotidianeidad: “Es muy divertida y ella me da vida con estas cosas. Pensé que iba a ser un embole, pero estuvo re divertido. Hace un mes nos veníamos preparando, buscando disfraces y nos pusimos todo”.
Aunque hubo un gran número de primerizos, en la pista se notaba que algunos ya iban por su segunda o tercera participación, como una pareja de zona sur que convenció a dos amigos para que vayan con ellos: “Ya habíamos venido y los trajimos porque está muy bueno. Es divertido bailar entre todos porque nos reímos y también está bueno vestirse así”.
“La primera vez fui a acompañar, ahora le tomé gustito y compré las entradas para venir”, agregó un chico que invitó a su novia al baile.
“Siempre me encantó el baile de época y Bridgerton es una de mis series favoritas. Aproveché que estaba acá para venir. Tenía la expectativa alta, pero realmente se superó”, afirmó una brasileña que estaba de vacaciones en el país. La joven fue sola y aseguró que “es una experiencia única para conocer la cultura y al pueblo argentino”.
En cuanto a la vestimenta, que en esta edición era “estilo regencia”, la mayoría recurrió a remodelar alguna prenda que tenía en su armario y le agregó algún detalle para que coincida con la época. De todas formas, hubo quienes alquilaron disfraces para estar mejor caracterizados: “Ya que vine, me puse todo encima”, bromeó un hombre.
Al terminar el cronograma pautado, Lady Whistledown -una de las protagonistas de la serie que se desempeña como escritora anónima y se encarga de difundir chismes a través de una revista- es quien elige el diamante de la temporada, es decir, la promesa de la fiesta: “Se tiene en cuenta la actitud, que se haya mantenido en personaje, que su vestuario haya sido acorde a la época y que haya participado de todos los bailes”.
Si bien, todos van muy comprometidos con el dresscode y la temática planteada, la idea principal es divertirse, aprender algo nuevo y conocer gente. Por eso, para quienes se quedaron con ganas de más, el ballet realizará el gran baile de Navidad el 2 de diciembre, ambientada en la era victoriana.