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viernes, mayo 17, 2024

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Daniel Hourcade: «Sudamérica trabaja para poner en alto el rugby de la región»

El Mundial de Francia 2023 fue histórico para el rugby sudamericano. Por primera vez tres seleccionados de esta parte del continente clasificaron para la máxima cita, que finalmente quedó en manos de Sudáfrica, por cuarta vez en su historia.

La Argentina, Uruguay y Chile fueron los representantes de una región, que desde hace unos años se planteó un plan de crecimiento que rápidamente tuvo sus frutos: Los Teros y Los Cóndores, en una eliminatoria espectacular, dejaron sin Mundial a los equipos del norte, Canadá y Estados Unidos.

En un repaso de todo lo que se hizo en estos años y de lo que vendrá habló Daniel Hourcade, quien hace unos años fue el que inició el camino de cambio del rugby argentino, con Los Pampas en la Vodacom y Los Pumas en el Championship. 

El tucumano es hoy el Gerente de Alto Rendimiento de Sudamérica Rugby, y en la entrevista detalla cómo fueron los procesos y sobre lo que trabajan para los próximos años en el rugby de la región.

Los inicios y cómo planificaron los objetivos

Después del Mundial de Japón 2019, la región se planteó que debía tener un torneo profesional. Así lo hicieron, pero rápidamente llegó la pandemia y rompió con todo. Sin embargo, con sacrificio, pocos recursos y mucha dedicación, se pudo armar la Súper Liga Americana (SLAR) y la jugaron en modo de burbujas. A partir del año pasado, con la inclusión de un equipo norteamericano (American Raptors) pasó a llamarse Súper Rugby Americas.

Daniel Hourcade, aquel referente tucumano que dirigió a Los Pumas en el Mundial 2015 y lo clasificó para las semifinales, es hoy el Gerente del Area de Alto Rendimiento, y contó en una extensa charla cómo fueron esos inicios: «Trabajamos en función de nuestra realidad y no del ideal, nos ponemos objetivos ambiciosos, pero que se puedan cumplir. Armar un proyecto sobre lo ideal es sencillísimo y se puede hacer una presentación fantástica, pero después te encontrás con la realidad, que te pone en otro lado. Nosotros siempre fuimos prudentes, creo que se lograron muchas cosas en todos los países a pesar de las distintas realidades de cada uno».

El rugby argentino tiene una historia de más de 100 años. Como cabeza de la región su aporte fue invalorable para esta nueva etapa del rugby sudamericano: «Argentina fue el líder de la región y el que dio el paso adelante. Hubo mucha resistencia al principio, mucha desconfianza, no fue fácil. Fue muy complicado, con una Unión como la de Buenos Aires, la más fuerte del país, que se oponía. Sin embargo, hubo mucha convicción acerca de lo que se estaba haciendo, por eso se logró ir avanzando. Esto lo destaco porque cuando comenzamos con el Alto Rendimiento, en Sudamérica nos recibían con los brazos en alto, ellos esperaban nuestro apoyo. Vieron lo que había logrado la Argentina y sin compararse, pensaban que así se podía crecer».

Los diagnósticos y los proyectos

«El paso siguiente fue hacer un diagnóstico de cada país y su realidad -continúa Hourcade-. Hay que entender la cultura de cada país, armar proyectos que estén acordes con cada uno de ellos. El caso más concreto fue el de Chile, por dónde estaba y hasta dónde llegó. Uruguay ya era quien estaba detrás de la Argentina, más allá de las diferencias que pudiera haber. El uruguayo es un rugby de clubes, muy similar al nuestro, un rugby amateur. En Chile era diferente, se jugaba un rugby social, sin compromiso y sin salir de su zona de confort, porque los chicos juegan en colegios ingleses».

«En el mundo hay un éxodo entre los 17, 18 y 19 años, cuando terminan el secundario y pasan a la Universidad se van el 30% de los chicos; en Chile se iban el 70% de los jugadores de rugby -afirmó el tucumano-. Si querías imponer el mismo modelo que en la Argentina ibas a fracasar, hubo que generar otras cosas. El trabajo de Pablo Lemoine fue increíble (el entrenador uruguayo que clasificó a los chilenos a la Copa del Mundo por primera vez en la historia), convenció a un pequeño grupo de jugadores y los hizo entrenar a todos juntos en la Federación de Rugby de Chile (FeRuChi), que ahora construyó un complejo nuevo que es sencillamente espectacular. Ellos se juntaban en el centro y Pablo consiguió que fueran a siete kilómetros, que estuvieran todos juntos, y así unió al grupo. Empezaron a entrenar a las seis de la mañana y los comprometió, consiguió un logro impresionante. En la actualidad, Chile es el país que mayor Staff tiene en el continente. Abrieron cuatro Academias más, hoy en el Alto Rendimiento son como un club. Nicolás Bruzzone (el santafecino que jugó muchos años en los Pumas seven y fue entrenador de Selknam, la franquicia chilena) está trabajando con los seleccionados juveniles, y en el último M18 ya se le plantaron y le hicieron partido a la Argentina».

El dirigente trabaja por el rugby en la región. Imagen: AFP

Desparramar el conocimiento

El legado, así como se transmitió a través de las generaciones con Los Pumas, ellos quieren que también sea un modelo en Sudamérica: «Cuando los jugadores de los Cóndores que jugaron el Mundial dejen de jugar y se pongan a entrenar, o a hacer análisis de video o preparación física, empezarán a volcar sus experiencias, y ahí empezarán a desarrollarse. Es un proceso a mediano y largo plazo, un camino por recorrer que Chile lo está haciendo muy bien», agregó Hourcade. 

«Además -siguió-, tenemos un presidente que es una locomotora, el uruguayo Sebastián Piñayrúa. En 2019 me dijo que había que armar un torneo de franquicias y en un año teníamos la Súper Liga Americana lista, se armó en siete meses. No teníamos a Chile, Brasil era un caos con el entrenador, Rodolfo Ambrosio, que se iba».

«Hay que tener en cuenta que el Alto Rendimiento tiene tres pasos: el primero, la mejora física y técnica de los jugadores, que se consigue armando Academias, capacitando staffs para que les brinden esa mejoría; el segundo es que jueguen en un nivel intermedio, superior al que estaban, darles una competencia para que ellos puedan plasmar todo lo que entrenaron; el tercero se está dando de a poco, que los jugadores den el salto al exterior, a algunas ligas más fuertes. Ya hay un montón de uruguayos afuera y ahora empezó Chile, con un hooker (Diego Escobar) que estará en Francia, en Racing 92 y el capitán, Martín Sigrem, que jugó en Inglaterra. La segunda etapa, que era armar un torneo, lo hicimos en sólo un año. Y hay que tener en cuenta que salvo la Argentina y en parte Uruguay, no había recursos locales para armar los staffs. Y en eso mucho tuvieron que ver los entrenadores argentinos, que fueron claves en la formación de cada una de las franquicias», reconoce.

Las estructuras y las competencias

Expresivo, entusiasmado y fanático de su trabajo. Con la misma pasión que mostraba como entrenador, Hourcade siguió explicando cómo se formó todo: «Con el tiempo mejoramos la estructura de Sudamérica Rugby y hoy tenemos un calendario impresionante, con femenino, juveniles, seven, un montón de competencias. Hay 16 países en Sudamérica, yo sólo me encargo de seis, el resto están aún en desarrollo. El crecimiento de la región fue impresionante, pero no nos conformamos con lo logrado, queremos mucho más».

El rugby uruguayo vive un proceso de transición. Así lo expresó Hourcade: «El caso de Uruguay es un ejemplo. En poco tiempo se le fueron tres entrenadores juntos, Pablo Bouza, Esteban Meneses y Oscar Durán, que está en Miami Sharks. Emigraron nueve jugadores, aparte de los que estaban afuera, que son los mejores, tres pilares derechos, dos hookers, dos segundas líneas y los que están en el seven. Del equipo de Peñarol que está hoy en el SRAM la mayoría es un plantel nuevo, no contrataron extranjeros salvo los que ahora reemplazaron a los que se lesionaron. A Peñarol no le está yendo bien, pero si medimos las cosas por un resultado es un muy mal enfoque. Están dándole rodaje y minutos a nuevos jugadores, buscando las oportunidades para desarrollar otros nombres».

Las Academias y el modelo sudamericano

«Este modelo nuestro, que tiene una marca registrada, lo quieren copiar todos. En Europa lo quieren replicar y salvo Georgia, que tiene todo armado, desde España, Portugal y Holanda ya hablaron para implementarlo. Y ni hablar Africa, Asia, Estados Unidos o Canadá. El sistema de las Academias, que no se ajusta a los Cursos Nivel I, II, III que daba World Rugby, demostró que es exitoso. Esto es en el campo, en la cancha, con los entrenadores y los jugadores. Cómo manejan, cómo transmiten, cómo corrigen, cuáles son los objetivos. Cada uno en su área. Cuando vino el responsable que se encargaba de la Capacitación en World Rugby, quedó enloquecido. Por eso, este formato en la actualidad lo está replicando el femenino de Nueva Zelanda», cuenta.

«Nosotros queremos desarrollar jugadores propios. No es casualidad que Uruguay haya llegado al Mundial como Americas 1 y que Chile haya clasificado como Americas 2. Es un proyecto con un gran trabajo de todos, siempre apoyados por la Argentina, que no le dio la espalda a los países limítrofes como lo hacen en otros lugares», aclara.

Las franquicias

«La franquicia -continúa- no es un objetivo en sí mismo. Argentina lo tiene bien claro, es una plataforma para desarrollar jugadores. Chile tuvo un objetivo claro el año pasado, completar su plantel para el Mundial de Francia. Le faltaban elegir a ocho jugadores, utilizaron 45 en el torneo, no ponían en la cancha el mejor equipo para ganar. Necesitaban darles minutos para definir la lista. Este año con Uruguay están en la misma, empiezan las eliminatorias para el próximo Mundial, el de Australia. Nosotros nos ponemos en el peor escenario, más allá de lo que decidan finalmente desde World Rugby: una plaza directa y dos por repechaje. Vamos a ir por tres, queremos que haya tres plazas, con Brasil como próximo objetivo».

«Queremos expandirnos, nuestra idea es llegar a 12 franquicias, lo que no queremos es dar pasos que no sean seguros. Obviamente, la condición económica es clave, el apoyo de World Rugby era con límites, por un período de tres años, después debía ser sustentable. Pero con la pandemia todo cambió, y cuando llegaron los resultados fue otra cosa. Les pedimos que no nos retiraran la plata, porque ellos ponen sólo el 30% del presupuesto. El resto es a cargo de cada Unión, con lo que eso significa. Tuvimos que hacer un torneo en burbuja, sin jugar de local, ¿a quién le vendías algo? Sin embargo, seguimos adelante y el torneo ya está instalado», indicó.

«El rugby uruguayo está en una transición», cuenta. Imagen: NA

El Súper Rugby Américas

«Desde Sudamérica Rugby ponemos un torneo con una gran presentación. Ves nuestro espectáculo televisivo y está todo muy prolijo, Hay entre cuatro y seis cámaras, ofrecemos un buen producto, con mucho trabajo y organización. Desde los países a las Uniones, todos trabajan para que salga de la mejor forma», dice Hourcade.

«Veo un crecimiento, no lo vamos a medir por los resultados. Hay que tener en cuenta que los mejores se destacan y se van: del primer año de la SLAR se nos fueron 46 jugadores, el segundo año también. Obviamente, les da oportunidades a nuevos jugadores. Todos los años es como empezar de nuevo», agrega.

Y va más allá: «Con respecto al juego siempre se arranca con algunas imprecisiones, porque no tenemos plata ni tiempo para la preparación previa. Los equipos se arman durante la competencia, no tienen partidos previos. Con el paso de las fechas la cosa va cambiando, además del análisis que hacemos del juego, desde la organización. Este año se da la de los cinco segundos a partir del ruck. La media que había en el torneo era de nueve segundos, nosotros la modificamos para darle mayor agilidad al juego. De hecho, el árbitro está encima y les dice: ‘Juegue, juegue, cinco, cuatro, tres, dos…’. Si no llega a jugar en ese tiempo es scrum para el otro equipo. Con esa modificación logramos mejorar cuatro minutos en el juego neto. Tratamos que haya mucho más juego y se logró. Buscamos dinámica y eso lo hacemos en el transcurso del torneo. Y además, de acá al final, todos los partidos se juegan por algo, todos pueden clasificar. Seguimos creciendo y el SRAM es una gran área de crecimiento para el juego y la región».

Más equipos para la región, el anhelo de Sudamérica rugby para el Mundial

Después de un Mundial con tres representantes sudamericanos, la ampliación de equipos para el 2027, de 20 a 24 países, no trajo más plazas directas para la región. Hourcade habló sobre cuáles serán las estrategias de Sudamérica Rugby para conseguir algo más, en la reunión definitiva que World Rugby realizará este mes. 

Con seis naciones compitiendo en el Alto Rendimiento y la Argentina como cabeza del continente, Sudamérica Rugby trabaja para hacer más grande el rugby de la región. Con nuevos países sumándose al proceso eliminatorio para Australia, el objetivo pasa por aumentar la cantidad de jugadores, mejorar la competencia y poder jugar en el alto nivel internacional.

El proceso de la clasificación para Australia 2027

Un nuevo escenario comienza. Naciones que hasta hace muy poco no tenían participación en la eliminatoria de un Mundial empiezan a mostrarse. Así lo contó Hourcade y profundizó en cómo se inició este nuevo proceso: «La decisión es que todos los países sean parte de World Rugby. Hay algunos que son invitados porque deben reunir ciertos requisitos para su afiliación. Nosotros avanzamos en una primera etapa dónde jugarán Venezuela, Perú, Costa Rica y Colombia, de donde surgirá un clasificado. En una segunda etapa, Brasil se medirá con Paraguay, el ganador pasará a la ronda siguiente; el perdedor enfrentará al ganador de la etapa inicial (Venezuela, Perú, Costa Rica o Colombia) para pasar a una zona de cuatro equipos junto a Chile y Uruguay. De allí surgirán los cupos de acuerdo a lo que decida World Rugby, con partidos de ida y vuelta, seguramente a definir».

«Acá lo importante es que Perú, Venezuela y Costa Rica van a tener su primera posibilidad de estar y competir, ya que son países sin apoyo económico. Es un buen incentivo para ellos, ya que nunca nadie les dio la oportunidad, son equipos que están en la etapa de Pre-desarrollo. En el caso de Paraguay y Brasil ya vienen haciendo las cosas bien, van a jugarse en la cancha su chance, de clasificar directo o llegar a un repechaje. Es como tiene que ser, siempre con los rankings que son los que definen este formato de competencia. De todas maneras, por más que tengas un número mejor, después hay que ganárselo en la cancha, no importa cómo estés. Será algo histórico para la región, que tantos equipos sean parte del camino para clasificar al próximo mundial», destaca.

«Esperábamos un apoyo más fuerte de World Rugby, pero no lo recibimos», contó. Imagen: NA

«Todo esto -continúa- es porque no nos queremos conformar que sólo seamos seis países con Alto Rendimiento. Que Perú, Venezuela, Costa Rica o Colombia, también tengan ese incentivo de llegar. Colombia recalculó y armó un proyecto totalmente diferente al que tenían, porque en realidad no estaban en condiciones de cumplirlo. Ahora presentaron algo más lógico a su realidad, más de desarrollo que está distribuido por seis regiones del país. Hasta hace poco el rugby sólo estaba concentrado en Medellín, ahora los recursos los repartieron en partes iguales para poder crecer. Por lo menos empiezan, tomaron una decisión realista porque ellos estaban forzando una situación que no tenían. Igualmente, nosotros no los abandonamos. Ahora tomamos a sus seis mejores jugadores para jugar la segunda etapa del torneo. Porque no llegan para armar una franquicia desde su país, como sucedió con Cafeteros Pro o como la de Olimpia en sus comienzos, con la salvedad que no crecían».

«El formato definitivo se decidirá en mayo. Pero por ahora, lo que habían decidido era que del nuevo torneo en el que participarán Tonga, Samoa, Estados Unidos y Canadá clasificaban tres directos y el cuarto vaya al repechaje. Asia tenía uno directo, más Japón. De Europa van cuatro directos y el quinto al repechaje, entran todos. Nosotros, hoy, tenemos uno directo y dos por repechaje. Africa mantiene uno (Namibia) el otro va por repechaje», remarca.

«Así, el repechaje de hoy sería: el último de PAC (Canadá) jugaría con el segundo nuestro (Uruguay o Chile); el ganador clasifica y el perdedor va al repechaje. Ahí estarán, el 5° de Europa, el tercero de Sudamérica (Brasil o Paraguay), Kenya, de Africa y tal vez Hong Kong, de Asia. Hay que imaginar que de todo eso sale un solo equipo para ir al Mundial. Y en el caso que en el primer repechaje el equipo sudamericano pierda contra Canadá, en el repechaje habrá dos países sudamericanos con sólo una plaza en juego», analiza.

«Esperemos -sigue- que este sistema se revierta, que sea un poco más equitativo. Porque uno se pregunta: ¿Cuáles fueron los méritos que hicieron esos seleccionados para tener tamaña ventaja? Nosotros hicimos los todos los deberes, todos los países tienen su Academia, mostramos todas las credenciales. Si nos dieran dos plazas directas y dos repechajes creo sería más justo, nos lo ganamos. No va a ser fácil, pero ahí estaremos».

Hourcade fue conductor de Los Pumas. Imagen: DYN

Las series internacionales en Sudamérica

«Con respecto a las Ventanas, la verdad es que no nos apoyaron como nosotros esperábamos. No nos dieron partidos, la gestión fue pura y exclusivamente nuestra. A Escocia lo mandaban a jugar con Estados Unidos y Canadá y ellos querían venir acá. Tuvimos que hacernos cargo del traslado ya que ellos querían venir a Sudamérica. El caso de Francia fue distinto, porque ellos venían a la Argentina. Bélgica no estaba, tuvimos una charla con el CEO de ellos y al final llegan para jugar contra Chile, Paraguay y Brasil. Uruguay tendrá a Escocia, Francia y Los Pumas, tienen una ventana única; Chile enfrentará a Bélgica, Hong Kong y Escocia. Y Paraguay y Brasil también tendrán competencia, jugarán contra Bélgica, Hong Kong y Argentina XV», dice al respecto.

«Esperábamos un apoyo más fuerte de World Rugby, pero no lo recibimos. Sin embargo, trabajamos para tener una ventana como la que habrá en Julio. Y ya estamos trabajando para la de Noviembre y la del 2025. Queremos lograr un calendario fijo para los próximos cuatro años y meter más franquicias en la competencia. Pero que sean pasos firmes y seguros, no que hagamos cosas que no perduren», añade.

«No se puede medir las cosas por resultados numéricos. Un caso es el de Paraguay, una Unión que tuvo un crecimiento tremendo. En el primer torneo había seis jugadores paraguayos que prácticamente no jugaban. En el último partido de Yacaré XV jugaron 14, ocho titulares y seis suplentes. Los cuatro pilares y el hooker suplente, dos segundas y dos terceras líneas. Había 24 argentinos, este año hay 14. Y porque los necesitan todavía y también le sirve a la Argentina. Es muy valorable lo que hicieron los chicos que iniciaron el proceso, que entrenaban y no jugaban, es para aplaudirlos. Hicieron el mismo esfuerzo que todos», enfatiza.

«El rugby femenino está creciendo, hay muchas jugadoras», explica. Imagen: AFP

«Hay que tratar de llegar a un número de 150 jugadores, 10 por puesto. Esa siempre fue nuestra idea, cuando jugábamos la Vodacom, a la que sólo iban 30. En el sistema teníamos 50, algunos jugaban un solo partido al año. De alguna manera estamos llegando a ese número, aunque todavía no hay diez jugadores por puesto. Pero estamos cada vez más cerca. Esto le sirve a la Argentina y ni hablar a Paraguay, que sin esa ayuda nunca hubiera crecido. También es destacable lo que se logró desde la dirigencia, en Brasil o Paraguay. Ahí también se progresó, con un proceso que creció en este tiempo», señaló.

El rugby femenino y el salto de la Yaguaretés

«La UAR tomó una decisión muy importante, porque el rugby en la región todavía no está inserto del todo. Está creciendo, ya hay seis mil jugadoras, que no es poca cosa. Sin embargo, la Argentina no quiere disputar una plaza para el Mundial, lo van a hacer Brasil y Colombia», dice.

«La realidad es que la UAR -agrega Hourcade- quiere un proyecto sustentable. Está trabajando para que el Torneo Nacional de Seven pase de siete a diez jugadoras, después a 12 y finalmente a 15. Pero lo más importante es que se desarrolle en juveniles, porque el problema que tenía la región es que las jugadoras eran grandes. Porque la verdad es que las mujeres son fanáticas del rugby, me hace acordar 50 años atrás cuando empezábamos en nuestros clubes nosotros. Por eso la decisión de Argentina es centrada, porque el día que empiecen a competir van a tener sustento y lo van a hacer siempre».

«Colombia es un caso para reflexionar. Ellas tienen alrededor de 60 jugadores: hasta la número 33 con un nivel, de ahí para abajo con otro muy inferior, completamente diferente. ¿Cuál es el problema? En Colombia, las chicas dejan de jugar a los 22 años porque tienen que ir a trabajar. La realidad social es esa, tienen que vivir. En Brasil pasa algo parecido. Nosotros cuando lo hablamos con World Rugby les decimos que tengan en cuenta esa realidad. Colombia tiene una genética tremenda, el fanatismo es increíble. Pero todos los años pierden jugadoras por ese tema», reflexiona.

«Por eso, Argentina tomó una decisión muy acertada. Darle sustento al proceso, que se mantenga en el tiempo. Se está trabajando muy bien y ya no sé cómo están contra Brasil o Colombia. El tema es poder sostenerlo. Están trabajando muy bien, ahora van por el ten (diez), luego el twelve (12) y más tarde el 15. Igual todavía hay clubes que no lo aceptan, hay que apoyarlas. Es impresionante lo que te contagia el rugby femenino», se entusiasma.

Hourcade, en la Argentina con Los Pumas, en Sudamérica asesorando a toda la región, en España o Portugal en donde también requiere de su experiencia y sabiduría, o desde World Rugby escuchándolo para saber hasta donde crecerá el rugby, ese que va sumando paso a paso.

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