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martes, octubre 8, 2024

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Llegó la hora de reinventarse

¿Somos conscientes de que Buenos Aires es una de las cunas del mejor teatro? Es el centro de las artes escénicas de habla hispana, con talentosos actores, fabulosos autores, directores, productores, vestuaristas, escenógrafos, músicos. Hay grupos que actúan a pérdida sólo para tener algunas funciones en Argentina.

En este momento, desde Teatrix, la primera plataforma argentina de teatro por streaming, estamos colaborando con la Cancillería argentina para promover, difundir y comercializar el teatro argentino. En un mes, ya estábamos organizando eventos para más de treinta embajadas de distintos países.

Para eso hubo dos factores: la condición audiovisual y ser mejor teatro de habla hispana. Lo que permite una sistematización de la promoción y difusión del teatro argentino en el exterior, cuestión según nos dicen que sí pudieron hacer con las películas.

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El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

Por la condición presencial y altos costos de traslados de equipos, Teatrix fue el puente perfecto. Y ahí nos dimos cuenta de que nos estábamos perdiendo potenciar al máximo lo que habíamos podido conseguir con años de trabajo. El interés es altísimo, todos quieren conocer el teatro argentino.

Tomen nota, cómo lo negativo, tantas veces declarado herejía para los fundamentalistas del teatro, se volvió, después de casi diez años de trabajo intenso y constante, un camino para llegar a todo el mundo.

Desde 2015 (prepandemia) y con el nacimiento de las plataformas, traducimos, trasladamos y transportamos teatro. Así las artes escénicas locales trascienden las barreras geográficas y se vuelven accesibles para un público amplio y disperso, al que ahora también se suma una clara estrategia de difusión y comercialización del teatro presencial, que podemos sumar.

Nos consideramos un  socio estratégico para la industria teatral, que ofrece una nueva forma de preservar y difundir el trabajo de muchos meses, el que solía evaporarse una vez que bajaba el telón. Desde actores míticos como Alfredo Alcón y Enrique Pinti hasta nuevas promesas como Nelson Valente, con toda su trayectoria filmada desde El loco y la camisa hasta El divorcio,  somos un archivo vivo que documenta la evolución del teatro argentino.

La plataforma actualmente tiene más de cuatrocientas obras en su catálogo, un abanico diverso que abarca desde los éxitos de la calle Corrientes hasta las propuestas más vanguardistas. Desde el teatro comercial con Inmaduros, Brujas y Coqueluche; en el límite entre el comercial y el off con Radojka,Los perros, La última sesión de Freud, Como hace 3000 años –con Héctor Alterio y la poesía de León Felipe–; el off con sus nuevas apuestas como Una, Como si pasara un tren, Solo llamé para decirte que te amo, entre muchísimas otras propuestas reconocidas por el público y la crítica, y que en Teatrix cobran un nuevo sentido, con una dramaturgia adaptada especialmente al formato audiovisual, con múltiples cámaras al servicio de los actores y el mejor encuadre para una escena montada arriba de un escenario. 

En medio de una enorme multiplicación de plataformas y canales de TV que han hiperfragmentado los medios, producido contenidos hasta agotar las arcas; ellos se ven en una urgente necesidad de reconversión. 

Teatrix no escapa a esta situación, somos una plataforma audiovisual y nuestro modelo de negocios es el mismo. Nuestro usuario también fue bombardeado en una guerra del streaming que dejó quebrada a la industria.

En esta batalla nos estamos apoyando en nuestras fortalezas, somos una plataforma de nicho, la fragmentación trajo aparejado el empoderamiento de tribus y comunidades. La comercialización en redes apela a intereses y grupos segmentados. Estamos en una hibridación de la plataforma, con nuestro canal fast en Pluto, nuestro propio fast libre y gratuito, monetizada por publicidad. Acuerdos con telefónicas e integración y venta de contenido. ¡Hay que reinventarse!

Lo cierto es que hemos descubierto una comunidad internacional teatral. Mujeres hispanoparlantes en Hong Kong organizándose para ver teatro en Teatrix, Filipinas interesados por el Teatro del Siglo de Oro español, Honduras en proceso de traslado de un elenco. Canadá, Nicaragua, México, Colombia, Bolivia, todos interesados en la promoción del teatro argentino, y en búsqueda de aliados estratégicos locales para acercarlo a sus países.

Estas son las ventajas de la versión audiovisual del teatro, que convive con la presencialidad y lo retroalimenta. Tenemos la experiencia de la convivencia de los shows con su televisación o un partido de fútbol y su retransmisión, incluso puede verse luego en On demand. Hay público para todos los formatos y modelos de consumo, sincrónico o asincrónico.

Ésta es la realidad creada por los nuevos medios, tienen voz las minorías (el teatro es una minoría) se sienten con derecho a consumir, solo hay que tener esta dimensión global para satisfacerlos. El contenido existe.

Hagamos el duelo por la pérdida de las grandes masas de audiencia que construían tejido social, seamos pragmáticos, aprovechemos a crear un pequeño tejido social, que ama y valora el teatro, difundamos, conservemos el teatro, base cultural de Occidente.

*Creadora y fundadora de la plataforma Teatrix.

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