A Manuel Lanzini la Bombonera le sienta bien. Desde su regreso al fútbol argentino, el 10 de River no había convertido ni un solo gol (jugó 33 partidos). Este sábado se rompió la racha, ante Boca y un arco en el que ya había festejado. El talentoso futbolista de 31 años le ganó a Ignacio Miramón la lucha por la pelota en la mitad de la cancha y habilitó a Facundo Colidio, que picaba por la banda izquierda. El ex Tigre -y Boca- remató al arco, Sergio “Chiquito” Romero dio un rebote evitable y Lanzini, que pasaba por ahí para pescar el balón, aprovechó para definir y poner en ventaja a su equipo. Iban 20 minutos del primer tiempo: el gol sirvió para darle un celebrado triunfo a su equipo ante el rival de toda la vida.
El gol de Lanzini no hizo más que plasmar el protagonismo de River -62% de posesión en la primera media hora- en la red. Se trató de su tercer gol en la Bombonera para un futbolista que nunca le anotó a Boca… en el Monumental.
Antes había festejado en 2013 y 2014. El primero de esos dos tantos, ambos en clásicos, fue en ese mismo arco. Y a los 43 ¡segundos de partido! Era la primera vez de River en La Boca tras el regreso a la primera división (había descendido el 26 de junio de 2011 en la recordad a Promoción con Belgrano de Córdoba). Por supuesto, el folklore de la Bombonera les recordó a los futbolistas de River el pasado en la B.
Pero a los futbolistas millonarios poco les importaron las cargadas. Antes del minuto de juego, el uruguayo Carlos Sánchez se proyectó por la banda derecha, tiró el centro al área y Lanzini ganó en las alturas. La pelota viajó hacia el palo izquierdo del arco entonces defendido por Agustín Orión y se transformó en el 1-0 de los millonarios. Y entró en los libros de historia como el más tempranero de los superclásicos. De todas formas, Boca empataría antes del descasnso: a los 38 minutos, el uruguayo Santiago Silva anotó el 1-1, que sería el resultado final de aquel partido.
Un año después, en 2014 y ya con River afianzado en la máxima categoría, la fecha 10 del torneo fue testigo del Superclásico entre Boca y los millonarios, dirigidos por Ramón Díaz. Lanzini convertiría gracias a una gran asistencia del colombiano Teófilo Gutiérrez. El 10 millonario, mano a mano con Orion, sacó un remate cruzado, inatajable. Iban 13 minutos del segundo tiempo. Hubo festejo con bailecito y publicación viral en las redes, además de la dedicatoria al colombiano por el pase de gol. El partido se definiría con un recordado tanto de Ramiro Funes Mori, sobre el final del tiempo reglamentario. Antes, Juan Román Riquelme -hoy presidente de Boca- había conseguido el 1-1 parcial gracias a una gran definición de tiro libre.
Manuel Lanzini se debía un partido como el de este sábado en la Bombonera. Desde su regreso desde el fútbol inglés nunca había tenido una actuación descollante. Incluso había quedado relegado en la consideración de Martín Demichelis, el antecesor de Marcelo Gallardo. El Muñeco llegó y comenzó a darle minutos. Ingresó desde el banco de suplentes y tuvo rendimientos aceptables. La serie de cuartos de final de Copa Libertadores con Colo Colo obligó al entrenador a dosificar energías y rotar futbolistas. Esta tarde fue una de las buenas figuras del triunfo de River, y dio todo lo que tenía: el DT lo reemplazó por Marcos Acuña a los 25 minutos del segundo tiempo, cuando ya estaba extenuado. Terminó feliz, como todo River.
LA NACION