La canción es un guiso típico de John Lennon que compuso durante sus días con su amante May Pang, recreo que se había tomado -fin de semana perdido, lo llamó- de Yoko Ono, obviamente sin dejar de satisfacer su interés obsesivo por la cultura oriental. Y sí, Lennon fue el primer otaku.
Sorprendente que Yoko no exigiera estar allí también, con un solo de mandril. Elton John recordó: «Nunca he escuchado una ovación como la que recibió Lennon cuando salió esa vez al escenario».
En realidad fue todo una apuesta: Elton le dijo a Lennon que si What Ever Gets You Through the Night llegaba al puesto número 1 en los rankings tendría que participar como invitado suyo. Por suerte, John cumplió y ahora podemos decir que hace 50 años, ¡medio siglo!, se produjo la última presentación en vivo del beatle.
Whatever Gets You… es la única canción de Lennon que llegó al número 1 de la lista de Billboard durante la vida del músico. Cabe decir que Just Like Starting Over (1981) llegaría a la misma posición, pero cuando Lennon ya estaba muerto.
El tema que nos ocupa y favorece la efeméride medio centenaria contó con la participación del propio Elton John quien, tímidamente, se sumó haciendo coros y tocando piano.
Lennon fue el último beatle en meter un número uno en los Estados Unidos hasta el tardío 2018, cuando Paul McCartney trepó en los charts con su álbum insípido Egypt Station.
La alegre canción que terminó en apuesta alcanzó la popularidad previamente anticipada por Elton John, que no tendrá oído absoluto, pero casi. Y así fue como John apareció por última vez en un recital en vivo como invitado de Elton. Anoten: Madison Square Garden, 28 de noviembre de 1974.
Zapping en la cama
May Pang era asistente personal y ayudante de producción de Lennon y Yoko. También fue amante de uno y, tal vez, de los dos. La canción que desembocó en el desafío con Elton John se craneó cuando Lennon estaba con ella en un cuarto de hotel.
“A John le gustaba jugar con el control remoto. Agarraba frases sueltas y las escribía. Una vez -contó Pang- estaba viendo al Reverendo Ike, un evangelista negro famoso, que decía: ‘Permítanme decirles a ustedes, no importa, lo que sea que te lleve a través de la noche…’. A John le encantó y dijo: `Tengo que escribirlo o me lo voy a olvidar´. El siempre tenía a mano una libretita y una birome junto a la cama”.
Whatever… es una canción optimista con frases new age como “lo importante no es a dónde llegues, sino el camino que recorres” o “No te preocupes por el futuro: es sólo una proyección creada por tu mente”.
John Lennon había invitado a Elton a tocar en la grabación de Walls and Bridges, su quinto álbum de estudio, publicado por Apple Records en 1974. Lo admiraba. Decía que era “lo realmente nuevo” desde la aparición de Los Beatles. Elton aceptó gustoso metiendo armonías, piano y órgano en el futuro hit.
“Era un relámpago”, dijo Lennon en una entrevista, asombrado por su habilidad. “Lo conocía pero nunca lo había visto tocar. Buen músico, gran pianista. La pasamos muy bien”.
Elton había participado, además, en Surprise Surprise (Sweet Bird of Paradox) y el citado Whatever… El tema en juego funcionó y Lennon, que por entonces estaba atravesando un período de pánico escénico, enfrentó su fobia como pudo: “Cuando entré al escenario del Garden todos estaban gritando y gritando. Era como la Beatlemanía. Estaba pensando: ‘¿Qué es esto?’, recordó.
John parecía un actor interpretando a John. Antes de la presentación, y en los camarines, Yoko ya estaba ocupando su lugar de primera dama. Hay que decir que el Garden ofició también como punto de reencuentro tras la breve crisis conyugal. Ella le había mandado orquídeas a su esposo, flores que se usaron convenientemente para decorar el escenario.
Tres canciones y un despecho
Entró en escena con una Fender Telecaster. Traje negro y capa haciendo juego con la guitarra, justo el Día de Acción de Gracias. Las crónicas hablan de un recibimiento con «una ovación eterna y atronadora». El público de pie, asombrado, no pudiendo creer la dimensión del invitado. Cuando fue el turno de hacer I Saw Her Standing There, de Los Beatles, Lennon puso su voz irónica para presentar el tema atribuyéndolo “a un antiguo prometido mío del que estoy separado llamado Paul”.
Y se largó con la última canción que tocó para un público que había pagado su entrada. Breve set breve de tres temas: el nuevo hit que grabó con Elton John. Y también Lucy in the Sky with Diamonds.
Elton, de movida, quería que John hiciese Imagine. Lennon lo tomó como Spinetta cuando le pedían Muchacha ojos de papel. No, no, -rezongó-, no quería ser Dean Martin haciendo sus típicos clásicos de hotel de Las Vegas. “Quería divertirme un poco y tocar algo de rock and roll. Y tampoco quería hacer más de tres temas, porque después de todo, era el show de Elton», contó Lennon.
La versión en vivo de I Saw Her Standing There fue editada luego como lado B de Philadelphia Freedom, disco de Elton John de 1975.
En una charla con la Rolling Stone, Lennon habló de aquel show: “Significó mucho para mí y significó mucho para Elton, inclusive él se conmovió hasta las lágrimas. Fue una gran noche, realmente increíble. Además, Yoko y yo nos encontramos detrás del escenario y alguien dijo: ‘Bueno, ahí hay dos personas enamoradas’”
A modo de agradecimiento permanente, la pareja le pidió a Elton que fuera el padrino de Sean, que había nacido el 9 de octubre de 1975.
El beatle, después de eso, ya no volvería nunca más subirse a un escenario. Cuando terminó lo del Garden habló para el periodismo: “‘Fue muy divertido, pero no me gustaría ganarme la vida haciendo esto”.