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En el mundo de lo esotérico, existen varios elementos con los cuales nacen las personas y que se pueden tomar en cuenta para conocer su personalidad y hasta adivinar qué le ocurrirá en el futuro. Por ejemplo, en la astrología se toma en cuenta la carta natal, que es un mapa del cielo en el momento del nacimiento de un individuo. Una de las tantas cosas que se pueden analizar para comprender más a otros es el nombre y la letra con la que inicia.
Aquí es donde entra la onomancia, que es un tipo de adivinación que se basa en el nombre de alguien. Quienes siguen esta práctica tienen la creencia de que se puede conocer el carácter y destino de una persona por el significado del nombre, por el valor numérico y anagramático de las letras que lo integran.
La onomancia considera que la primera letra de un nombre tiene un simbolismo especial al ser como una “puerta de entrada” que refleja las características fundamentales de una persona y el enfoque que pone en la vida. La inicial representa el eje que marca el temperamento de alguien, su energía predominante y cómo proyecta su esencia al mundo.
En la práctica, este simbolismo de la primera letra puede aplicarse tanto a los nombres completos como a los apodos o nombres cortos, ya que el significado energético es similar.
A continuación, el significado de la primera letra de un nombre: