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domingo, diciembre 8, 2024

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El palacio del siglo XVI que se encuentra en uno de los pueblos más bonitos de España: una joya renacentista con toques mudéjares

Palacio de los Zapata, en Llerena (Adobe Stock).

Ubicada en el corazón de la provincia de Badajoz, Llerena es una joya histórica y cultural que resume el legado arquitectónico y artístico de Extremadura. Este municipio, declarado Conjunto Histórico-Artístico, se distingue por su imponente Plaza Mayor porticada, su imponente iglesia de Nuestra Señora de la Granada y su pasado como epicentro de la orden de Santiago en la región. Pero no solo eso, pues su patrimonio también es una muestra del arte mudéjar en la región.

En este sentido, y más allá de sus principales monumentos, Llerena está llena de secretos y rincones que no dejan indiferente a nadie. Así, el palacio de los Zapata se alza como una de las construcciones más especiales de la localidad. Este edificio combina el legado renacentista con elementos mudéjares, reflejo de la riqueza arquitectónica y cultural de Extremadura.

Palacio de los Zapata, en Llerena (Turismo Llerena).

El palacio de los Zapata fue construido a principios del siglo XVI por petición de Luis Zapata, consejero de los reyes católicos, convirtiéndose en el hogar de una de las familias más influyentes de la época. Sin embargo, esta función duró menos de un siglo, pues en el año 1570 se convirtió en la sede del Tribunal de la Inquisición siendo esta la tercera y última residencia del Santo Oficio en Llerena. La sede inquisitorial de Llerena tenía jurisdicción sobre 527 villas y lugares, incluidos los obispados de Plasencia, Coria, Badajoz y Ciudad Rodrigo, así como los Prioratos de Santiago y Alcántara.

A día de hoy, este edificio es el Palacio de Justicia, albergando el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido Judicial de Llerena desde 1974. Aunque si por algo destaca este espacio es por su arquitectura, especialmente la de la portada principal, la cual impresiona por su diseño austero pero elegante, característico del Renacimiento. Conocida como Portada del Jardín, data de mediados del siglo XVI y fue diseñada como un corredor con dos series de arquerías de cinco arcos de medio punto cada una.

Cabe destacar que gran parte de la estructura original del palacio quedó destruida durante su uso como cuartel por las tropas francesas en la Guerra de Independencia. Este evento supuso la pérdida de algunas de las zonas más nobles, como el patio principal de estilo plateresco, la capilla y salones ricamente decorados, cubiertos por artesonados dorados y labrados. También desaparecieron dos fortalezas medievales anexas al edificio, conocidas como el fortín y la torre del Airado.

Palacio de los Zapata, en Llerena (Adobe Stock).

A pesar de los daños sufridos a inicios del siglo XIX, el interior del edificio aún conserva un patio central de estilo mudéjar, construido en el siglo XVI. De planta rectangular, este espacio se organiza en dos pisos: la planta baja cuenta con 12 arcos de medio punto peraltados encuadrados en alfiz sobre pilares octogonales, mientras que la planta superior presenta 14 arcos carpanel. Este patio es uno de los pocos elementos que permiten imaginar la grandeza del conjunto original.

Igualmente, la fachada principal del palacio, conocida como la Portada de la Inquisición, constituye otro de los elementos destacados del edificio. Aunque actualmente su portada está cegada, esta estructura plateresca, construida con sillares de cantería, aún conserva su diseño original. El vano principal está formado por un arco de medio punto rebajado, probablemente cobijado en su momento por un arco conopial, del que todavía se percibe el arranque.

El conjunto está enmarcado por un alfiz que refleja la minuciosa labor arquitectónica de la época. En la parte superior, un panel central muestra el escudo real flanqueado por figuras de salvajes en altorrelieve. Sobre esta portada se alza una torre mirador de planta cuadrada, otro vestigio del esplendor del palacio.

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Desde Badajoz, el viaje es de alrededor de 1 hora y 35 minutos por la carretera N-432. Por su parte, desde Córdoba el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 45 minutos por la misma carretera.

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