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domingo, diciembre 8, 2024

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Los jugadores y el arte de vender humo

Vender humo es una especialidad que no conoce de fronteras. Y entonces por qué debería escapar la actividad a los jugadores… No es muy académica la descripción, pero ya se ha extendido a muchos ámbitos. En definitiva, en este caso no se trata ni más ni menos que de sobreactuar ante una situación para congraciarse con sus hinchas.

Es más viejo que la pelota, pero hay expresiones de estos tiempos que sería necesario abortar rápidamente. Ahora resulta que no se pueden gritar los goles y que si alguien comete semejante falta de respeto, será rodeado, empujado, insultado, matoneado por los rivales para que los fanas propios sientan que los están defendiendo…

Toda esta desmesura, en el contexto de que aquí se juega casi todo sin público visitante. Y entonces, cualquier actitud en los festejos de los futbolistas visitantes es escrutada con un scanner en el que ya al levantar las manos para celebrar es considerado casi un homicidio.

Así, desvían la atención de los propios: en vez de reprocharles las macanas en los goles rivales y las derrotas, los hinchas perciben que se pone su honor a salvo.

Esta última fecha se vio cómo Rubén Botta hacía una seña extraña con sus manos, señal de un código personal con alguien, para festejar su gol. Todo Unión sintió la supuesta ofensa y armaron un escándalo alrededor del volante de Talleres, mientras sus hinchas se rompían las manos aplaudiéndolos.

Más venta de humo y desborde aún fue lo que pasó con River y Villa la semana pasada. El colombiano viene bailando en cada grito de gol desde que llegó a la Argentina. Resulta que ni de local en Mendoza puede hacerlo, porque parece que algún neutral se sentiría agredido. Y entonces el Pity Martínez se tira encima de él, González Pirez lo corre hasta la casa y el escándalo escala tanto que concluye con un responsable de seguridad de River haciendo de justiciero revoleando empujones en un final bochornoso.

Aprender a perder, saber perder, aceptar cuando la mano viene cambiada, es de buen jugador. A fin de cuentas, no pasa mucho hasta que el más fanático de los fanáticos ve la realidad cuando se va el humo.

El Pity Martínez se tira encima de Villa.

Hacia donde fuera Botta, solo había hinchas de Unión (@CATalleresdecba).

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