El 10 de enero de 2025 no es simplemente una fecha en el calendario, sino un día crucial para una nación que ha demostrado coraje y resistencia en su lucha por restablecer la democracia.
Dicha fecha, que representa el día de la asunción presidencial en Venezuela, más que un evento con significado constitucional, simboliza la posibilidad de transformar el triunfo popular del 28 de julio en una realidad concreta.
En este contexto, por un lado está la dictadura comunista de Nicolás Maduro, que se autodeclaró ganadora, de manera fraudulenta, de las elecciones presidenciales, y está determinada a continuar con su régimen.
Por el otro lado, se encuentra la oposición, liderada por el verdadero presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, quien, a pesar de las constantes amenazas de muerte y ordenes de arresto por parte del chavismo, aseguró que irá a Venezuela y asumirá como presidente.
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Los resultados de las elecciones
En medio de un clima de alta incertidumbre, un fraude masivo, amenazas de muerte, persecución y violencia por parte del régimen chavista, y con un enorme retraso en la publicación de los resultados durante la noche electoral, pasada la medianoche, el Consejo Nacional Electoral (CNE) lanzó un breve comunicado.
Según este organismo, controlado por la dictadura de Maduro, con una supuesta tendencia «definitiva e irreversible«, Nicolás Maduro habría sido reelegido para un tercer mandato con 5.150.092 votos, equivalente al 51,20 %, frente a Edmundo González, quien habría obtenido 4.445.978 votos, representando un 44,20%.
Con ese único mensaje, no se ofrecieron mayores detalles sobre el resto de los candidatos y no se presentaron las actas de escrutinio que respaldan esos datos, algo que dejó en evidencia el masivo fraude del chavismo.
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Sin embargo, ya pasada la 1 de la madrugada y luego de una enorme campaña de fiscalización, María Corina Machado, líder opositora, ofreció una conferencia de prensa en la que aseguró que, según las actas recopiladas, Edmundo González ganó con el 70% de los votos (7.443.584), mientras que Nicolás Maduro alcanzó apenas el 30% (3.385.155).
A diferencia del régimen chavista, la oposición si presentó públicamente las actas, lo cual demuestra la validez de los resultados, que lógicamente no fueron reconocidos por Maduro.
Se define el futuro de Venezuela
En este contexto de alta incertidumbre, el ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, quien también es la mano derecha del dictador comunista Nicolás Maduro, realizó un llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y a los distintos cuerpos de seguridad a consolidar el «gran bloque de defensa de la paz«, que, según él, representa la «fusión popular-militar-policial«, ante las «amenazas» que enfrenta el régimen.
«El que intente meterse con Venezuela, la va a pagar muy caro. Ellos podrán entrar si se lo proponen, el problema de ellos va a ser salir de esta tierra«, amenazó Cabello durante un acto transmitido por el canal estatal VTV.
El funcionario del régimen chavista indicó que Venezuela cuenta actualmente con 20.000 oficiales formados en «acciones de fuerzas especiales«, desplegados en «todo el territorio nacional» y equipados con el «mejor armamento» para la defensa de la patria.
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«No son pocas las amenazas que contra nuestro país hacen cada día desde los distintos lugares del mundo, los enemigos internos y los enemigos externos«, aseguró.
La amenaza de Cabello es debido a las continuas advertencias por parte de la oposición, la cual asegura, aunque sin explicar cómo, que el 10 de enero de 2025 el presidente electo Edmundo González Urrutia será juramentado como presidente constitucional de Venezuela.
Durante los últimos meses, las teorías de una intervención militar en Venezuela para restablecer la democracia se hicieron cada vez más presentes. Erik Prince, el fundador de Blackwater, el ejército privado más grande del mundo, amenazó de muerte a todo el régimen chavista, asegurando que Venezuela recuperará su libertad.
Situaciones como esta generaron temor en el chavismo, que está militarizando toda la capital, Caracas, por miedo a algun intento de rebelión o intervención extranjera. A esto se le suma que María Corina Machado y Edmundo González llamaron a los ciudadanos venezolanos realizar una masiva movilización en contra del régimen el 10 de enero.
A pesar de las teorías, lo único cierto es que, en menos de una semana, el mundo sabrá como se desarrolló la situación.