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martes, enero 14, 2025

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Alarmante aumento del antisemitismo en Argentina: una encuesta midió los 11 prejuicios más habituales

En los últimos 10 años, el alza de adultos con algún prejuicio hacia la colectividad judía creció 14 puntos porcentuales. El dato no solo contempla el crecimiento poblacional sino que cuando se mira en términos absolutos resulta aún más inquietante: una década atrás, 6,8 millones de mayores de 18 años del país sostenía actitudes antisemitas, pero en 2024 la cifra se elevó a 12,8 millones, reveló la última encuesta Global 100, de la Liga Antidifamación (ADL), coordinada con Ipsos y otros socios de investigación.

El sondeo de la ADL Global 100 es el más grande de su tipo. No es una clásica encuesta con preguntas sino una lista de 11 afirmaciones polémicas frente a las cuales la persona debe tildar su grado de “satisfacción”. El objetivo: que se reflejen las opiniones sobre lo que socialmente se cree que los judíos “son”, “tienen”, “hacen” o “piensan”, entre otros aspectos.

Un par de esas afirmaciones discriminadoras fueron las que más adhesión generaron entre los adultos de Argentina pero, antes de compartir ese detalle, un par de apuntes metodológicos.

El primero, que para permitir la comparación, la edición de 2024 de este sondeo mundial replicó el formato y -salvo una- las mismas preguntas que en 2014. Según aseguran desde ADL, se logró llegar (online, telefónicamente y en forma presencial) a 58.000 personas de 103 países y territorios, lo que, por las proyecciones que se desprenden de este tipo de muestras, representaría la mirada de más del 90% del total de adultos.

Aun cuando asome con fuerza una nueva tendencia mundial de retorno de los movimientos antisemitas, las cifras de Argentina son particularmente alarmantes en el contexto regional. En términos absolutos, hay 88% más adultos que, al momento de participar en este sondeo, se sintieron satisfechos o plenamente de acuerdo con alguna o varias de las 11 afirmaciones en cuestión.

En términos porcentuales en base al total de adultos registrados en Argentina en 2014 y una década después (28 millones y 33,6, respectivamente, por los cambios demográficos registrados en el censo 2022), el país hizo una escalada poco menos que dramática: pasó del 24% al 38% de mayores de 18 sosteniendo algún prejuicio sobre la población identificada con el judaísmo.

Los prejuicios antisemitas más recurrentes en Argentina

Entre los 11 prejuicios que contempla la encuesta de LDA, el “tropo” (como les dicen en esa ONG) que más pulgares arriba tuvo se liga a los negocios. El 61% (o casi tres de cada cinco argentinos) dijo estar de acuerdo con la afirmación de que “los judíos tienen demasiado poder en el mundo de los negocios 61%”. Es 10 puntos porcentuales más que el número obtenido en 2014, y seis puntos por encima de las respuestas esgrimidas a nivel mundial.

Esa noción está en línea con otras frases prejuiciosas, que expresan otras dimensiones de ese supuesto poderío judío. Por un lado, que “los judíos tienen demasiado control sobre los asuntos globales”, tropo que creció en forma notable en los últimos 10 años. En 2014, el 28% de los encuestados había acordado con esa idea, pero ahora lo hizo el 46%. Hay que subrayar que en la región de las Américas, los “visto bueno”, en este sentido, no superaron el 35%.

Se suma la noción de que “los judíos tienen demasiado control sobre los medios de comunicación«. El 37% tiene esta creencia ahora, bastante encima del 28% regional y nada menos que 17 puntos porcentuales arriba de lo que pensaban los argentinos en 2014.

Al revés, pareciera haber mucho menos consenso frente a la idea de que los negocios se traduzcan en un poderío político, creencia que en 2014 sostuvo el 22% de los consultados (igual que a nivel global), y que ahora tiene el 23%.

Un escombro rescatado del atentado a la AMIA y exhibido en el Museo Judío de Buenos Aires. Foto: EFE

La minimización argentina del genocidio judío

Para ver con claridad la hilacha prejuiciosa sobre una colectividad cuya historia y esencia exceden cualquier asunto de geopolítica coyuntural, hay que mirar las respuestas ante la afirmación “los judíos son más leales a Israel que a la Argentina”. Esa frase tuvo el 58% de conformidad, ligeramente encima del 56% global, pero claramente peor que en 2014, cuando el 42% de los encuestados del país había manifestado pensar así.

En diálogo con Clarín, Marina Rosemberg (vicepresidenta senior de Asuntos Internacionales en la Liga Antidifamación) aclaró cuán grave es esa cuestión de la «lealtad»: “Es un estereotipo histórico, anterior a que existiera el Estado de Israel. A los judíos siempre se los veía como extranjeros o diferentes, más leales a su grupo y religión. Y cuando se formó el Estado de Israel, evolucionó el estereotipo. Es algo que seguramente no se vería si uno preguntara por el grado de lealtad de los argentinos de origen italiano, por dar un ejemplo.”

La tendencia a la banalización de los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial (cuando, vale recordarlo, fueron asesinados 6 millones de judíos), también tiene su correlato en el país y se dejó ver en esta encuesta.

El 46% de los consultados dio a entender que los judíos hablan demasiado sobre el Holocausto. La suba de un punto porcentual con respecto a 2014 refleja la carencia total de las políticas educativas y culturales que deberían haber menguado esa peligrosa creencia.

Otro salto porcentual digno de atención es que hace una década, más de un tercio (35%) de los participantes creía que “a los judíos no les importa lo que le pase a nadie más que a los de su propia especie”. Ese porcentaje se extendió ahora al 42%, el mismo número que obtuvo otro tropo igual de preocupante, y es que “los judíos creen que son mejores que los demás”, una frase cuya popularidad subió 15 puntos porcentuales en diez años.

Jorge Knoblovits (d), presidente de la DAIA, y el presidente de la AMIA, Amos Linetzky, durante la entrega de una ofrenda floral en el trigésimo segundo aniversario del atentado en la Embajada de Israel. Foto: EFE

Antisemitismo a flor de piel

En reemplazo de la frase «los judíos tienen demasiado poder en los mercados financieros internacionales” (que en 2014 tuvo 41% de apoyo), la única afirmación nueva en 2024 fue “los judíos tienen muchos defectos irritantes”, provocadora afirmación que contó con el visto bueno de nada menos que un tercio de los encuestados.

Por fin, las últimas dos afirmaciones medidas no se quedan atrás en nivel de gravedad. La primera atañe a la supuesta “responsabilidad de los judíos en la mayoría de las guerras del mundo”, idea que duplicó sus adherentes en diez años: pasó del 14% al 30%, arrimándose al 35% global.

La segunda refleja con crudeza el drama de las actitudes antisemitas en el país. El enunciado fue «la gente odia a los judíos por la forma en que se comportan«. Hace diez años, 34% de los encuestados estuvo de acuerdo. Ahora, el 42%, cuatro puntos encima del 38% regional.

No parece ilógico suponer que la violencia discursiva in crescendo desde las más altas esferas del poder político nacional, no ayuda. Rosemberg coincidió con esta noción. Por un lado, planteó que “es responsabilidad de los líderes mostrar liderazgo en esta lucha y, de manera clara, denunciar el antisemitismo, el odio y la discriminación, y mostrar que sus gobiernos hacen todo lo posible para combatir el tsunami de antisemitismo a nivel mundial”.

Pero además, remarcó, “para combatir el antisemitismo hay que luchar contra todo tipo de odio y discriminación contra cualquier grupo minoritario, étnico o de orientación sexual. Y por eso formamos alianzas con otros grupos de todo tipo. Porque una sociedad pluralista que acepta todas sus minorías y las protege, es una sociedad más democrática y estable políticamente”.

PS

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