¿Quién es el mejor delantero argentino en el mundo? ¿Lautaro Martínez, en Inter o Julián Alvarez, en Atlético de Madrid? El Toro tiene una diferencia a su favor: casi nunca baja la guardia, hace un lustro que mantiene su capacidad goleadora, entre otros atributos, en uno de los equipos más grandes del mundo.
Y lo hizo otra vez.
Es el capitán, goleador histórico, juega con la camiseta número 10, se retrasa unos metros cuando lo considera necesario y lo hace igual de bien. En el área y su zona de influencia, es un demonio. Marcó un golazo y dio una asistencia… de taco, en el triunfo por 4 a 0 del gigante de Milán sobre Lecce (Santiago Pierotti jugó todo el partido), como visitante. Hasta hubo aplausos de los rivales, cuando salió más de media hora antes de que acabara la faena. Lógicamente: esta semana se resuelve la clasificación final de la primera etapa de la Champions League. El fútbol no para literalmente nunca.
Amaga una vez, dos veces y lanza el zapatazo, de zurda, rumbo al ángulo, el segundo. Una asistencia de taco (y de espaldas) maravillosa, para el tercero. Allí fue cuando tomó nota Simone Inzaghi: había que sacarlo para que la gente lo aplaudiera.
Evidentemente, es un goleador de época. Ante Lecce consiguió el tercer grito consecutivo. Llegó a los 200 goles profesionales: 27 en Racing, 32 en la selección argentina y 141… en Inter. El conjunto milanista lleva un invicto de cuatro meses en la Serie A, además de haber garantizado su clasificación para la siguiente ronda de la Champions. Este miércoles, a las 17, recibe a Mónaco, en la última jornada.
Lionel Scaloni suele inclinarse por Julián Alvarez y tiene lógica: el delantero surgido en River hace todo bien. Y hasta aporta en la faz defensiva. Es un crack mundial y fue brillante en Qatar. El DT prefiere jugar con un solo “nueve de área”, por llamarlo de algún modo. Sin embargo, lo de Lautaro es diferente.
Juega de 10, de falso 9, se corre a la derecha como si fuese un extremo disfrazado (desde allí, arroja el taco para el 3-0), todo lo que toca lo convierte en oro. La cinta, la 10… y, sobre todo, en una entidad con histórica presencia argentina, se siente como en el patio de su casa. No le tiembla el pulso ni cuando está de racha negativa. Y algo más: lo resuelve con una sencillez llamativa.
El entrenador se rinde a sus pies. También, sobre el esfuerzo de su compañero de ataque. “Estoy feliz de entrenar a Lautaro y Thuram. Lo que más me llama la atención de ellos es cómo se sacrifican por el equipo. Ser atacante no es sólo finalizar las jugadas. No trabajan sólo para el gol, siempre están en la posición correcta incluso en fase de no posesión, hacen un gran trabajo”, sostiene, orgulloso.
El nuevo unipersonal de Lautaro tiene un contexto: la 22° fecha de la Serie A, que lo encuentra como el vigente campeón y en la actualidad, en el segundo lugar de la tabla, a tres unidades de Napoli, el líder, aunque con un partido menos. Inter suma 50 y nadie convirtió más goles, 55 en 21 partidos, otra cifra impresionante.
Así, Inter se despachó con un 4-0 en la casa de Lecce y sigue a tiro del líder, mientras que Milan superó de local 3-2 a Parma, en una remontada dramática, y Roma también revirtió un inicio adverso y batió 2-1 a Udinese, de visitante, todo por la misma 22 jornada de la Serie A.
Napoli sigue ganando los partidos ante los “grandes”, no cede el liderazgo de la tabla, pero el Inter no se deja intimidar y sigue con su exitosa persecución, a la espera de poder acortar la diferencia de tres puntos con el partido que debe contra la Fiorentina.
La victoria ante el Lecce de este domingo fue demasiado fácil, la octava consecutiva fuera de casa. Davide Frattesi, Lautaro Martínez, Denzel Dumfries y Mehdi Taremi (de penal) sellaron la cómoda victoria de Inter. Pero la carrera por el Scudetto sigue siendo entre tres, ya que Atalanta consolida su tercer puesto, con una cómoda ventaja sobre sus perseguidores.
En la lucha por el cuarto y posible quinto puesto de la próxima Champions, la Juve pierde terreno y Bolonia pierde ritmo. Y por eso adquiere un significado especial el adelantamiento casi milagroso del Milan, que en el tiempo añadido pasó de la derrota a la victoria ante un excelente Parma.
El nuevo entrenador de Milan, Sergio Conceicao, se arrodilló en la banda del San Siro, soltó un grito fuerte y luego envolvió a un asistente en un abrazo cuando Samuel Chukwueze anotó el gol de la victoria en el tiempo de descuento.
El DT tuvo dificultades en ocasiones para transmitir su deseo y tenacidad a un equipo que lucha por la consistencia en la Serie A. Sin embargo, esta vez se mostró claramente conmovido después de que los “rossoneri” anotaron dos goles tardíos para asegurar una victoria imprescindible ante Parma.
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