El presidente estadounidense, Donald Trump, ha declarado el 9 de febrero como Día del Golfo de América para reforzar el cambio de nombre impuesto al golfo de México.
“Hoy tengo el gran honor de reconocer el 9 de febrero de 2025 como el primer Día del Golfo de América de la Historia”, ha apuntado Trump en un comunicado publicado por la Casa Blanca.
El pasado 20 de enero, día de su investidura como presidente de Estados Unidos, Trump firmó la Orden Ejecutiva 14172, Para Restaurar los Nombres que Homenajean la Grandeza de Estados Unidos que ordena rebautizar la plataforma continental estadounidense correspondiente a Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida y hasta la frontera marítima con México y Cuba como golfo de América.
Esta zona “es desde hace mucho tiempo un bien integral de nuestra pujante nación y sigue siendo una parte indeleble de Estados Unidos”, según la orden ejecutiva.
Este mismo domingo Trump ha realizado la que supone su primera visita al golfo de América desde que fue rebautizado. “Mi Administración recupera el orgullo estadounidense en la historia de la grandeza estadounidense” y por eso plantea “conmemorar esta trascendental ocasión” con la celebración del Día del Golfo de América.
“Insto a todas las autoridades y funcionarios y a toda la gente de Estados Unidos a observar este día con programas, ceremonias y actividades apropiadas”, ha apelado.
Tal vez, pero no es una decisión unilateral, y otros países no tienen que aceptarlo.
La Organización Hidrográfica Internacional, a la que tanto Estados Unidos como México pertenecen, es la encargada de garantizar que todos los mares, océanos y vías navegables del planeta tengan una evaluación y cartografía uniforme, también es la responsable de darle nombre a algunos de estos cuerpos de agua. Hay casos en los que los países se refieren al mismo cuerpo hídrico o algún otro lugar emblemático con diferentes nombres en sus respectivos documentos.
Puede ser más fácil cuando un lugar emblemático o cuerpo de agua está dentro de los límites de un país. En 2015, el entonces presidente Barack Obama aprobó una orden del Departamento del Interior para cambiar el nombre del Monte McKinley, la cumbre más alta de América del Norte, a Denali, una medida que Trump también ha dicho que quiere revertir.
Poco después de las declaraciones de Trump, la representante Marjorie Taylor Greene declaró en una entrevista al podcaster Benny Johnson que girará instrucciones a su personal para redactar un proyecto de ley para cambiar el nombre del golfo de México, un medida que, aseguró, se encargaría de financiar nuevos mapas y materiales de política administrativa en todo el gobierno federal.
El cuerpo de agua lleva ese nombre desde hace más de cuatro siglos, una determinación original que se cree fue tomada de una ciudad indígena estadounidense de “México”.
No. En 2012, un legislador estatal de Mississippi propuso un proyecto de ley para cambiar el nombre de las porciones del golfo que tocan ese estado como “golfo de Estados Unidos”, un medida a la que el autor de la iniciativa más tarde se refirió como una “broma”. Dicha propuesta, la cual fue enviada a una comisión, fue rechazada.
Dos años antes, el comediante Stephen Colbert había bromeado en su programa que, después del enorme derrame petrolero de Deepwater Horizon en el golfo de México, debería cambiar de nombre a “golfo de Estados Unidos”, porque “nosotros lo rompimos, nosotros lo compramos”.
(Con información de EP y AP)