La industria del pan en Argentina atraviesa uno de sus momentos más críticos, desde el 1 de abril, los precios aumentaron un 12% debido al incremento en el costo de producción, ligado esencialmente a la suba de los insumos. Con el fin de ampliar este panorama, Canal E se comunicó con Martín Pinto, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Merlo y referente del CIPAN.
Cambios en el margen de ganancia para un panadero
El alza de costos, como harina, materias primas, combustibles y servicios, hizo insostenible la situación. “El costo de producción se fue por las nubes”, advirtió Martín Pinto. La ganancia neta de una panadería ronda apenas entre el 9 y el 12%. “Eso es lo mínimo. Antes el panadero trabajaba con un margen del 40%, que servía para renovar maquinaria, pintar el local o cambiar un vehículo. Hoy vivís para llegar al próximo mes”, lamentó.
También fue contundente respecto al rol del Gobierno. “Tuvimos una reunión allá por marzo, una charla muy amena, pero no pasó de eso. Ninguna solución concreta”, afirmó. Con el gobierno anterior, funcionaba la “mesa del pan”, un espacio de consenso donde participaban panaderos, molinos y fabricantes de materias primas, con la mediación de la Secretaría de Comercio. “Allí se acordaba un precio para que la gente pudiera comer pan y el panadero no se fundiera. Hoy eso no existe. No hay nadie que controle, cada uno pone el precio que quiere”, denunció.
Cierre de panaderías y paso a la informalidad
El impacto de la desregulación se traduce en cierres masivos. Según Pinto, “en el último año y medio cerraron mil panaderías, entre despachos y locales completos. Eso implica miles de puestos de trabajo perdidos. Una panadería chica tiene al menos cuatro empleados. Hagan las cuentas”.
Otro grave problema es el crecimiento del sector informal. “Muchos colegas se vieron obligados a pasar a la clandestinidad. Dejan de pagar impuestos, dejan de pagar los aportes de los empleados. Es comprensible por la crisis, pero nos perjudica enormemente a los industriales panaderos que seguimos en regla”, aseguró.
Nuevos hábitos en el consumo de las panaderías
Si bien la suba del 12% fue necesaria, el referente de CIPAN dejó en claro que no es una salida sostenible. “La solución no es aumentar. La gente no tiene un mango en el bolsillo. Compra lo que puede, no lo que quiere. Ya no llevan un kilo de pan o una docena de facturas; compran por unidad”, relató.
El problema de fondo, según el entrevistado, es el empobrecimiento del consumidor: “Hoy los tres alimentos básicos, pan, carne y leche, son inaccesibles. Son los productos más baratos de la canasta básica, pero ¿baratos para qué bolsillo?”, se preguntó.