Bahrein siguió la estadística de este calendario de la Fórmula 1 y el poleman volvió a llevarse el triunfo el domingo: esta vez fue Oscar Piastri, quien le devolvió la victoria a McLaren y se prendió en la lucha del campeonato de pilotos, donde quedó a solo tres puntos de su compañero Lando Norris. El australiano cruzó la bandera a cuadros con un tiempo de 1h35m39s435 en una carrera que entregó emociones hasta el último segundo y lo tuvo todo: luchas reñidas, sobrepasos, penalizaciones, errores, estrategias variadas, un safety car y hasta la imagen del tetracampeón Max Verstappen girando último durante algunos segundos.
La escena final de la televisación oficial del Gran Premio de Bahrein fue una metáfora de lo que fue la carrera en Sakhir: mientras que una pequeña parte de la pantalla mostraba la victoria de Piastri, la imagen principal se quedaba con la cerrada pelea entre George Russell y Norris por la segunda posición, un reflejo de lo que se vivió este domingo en la Fórmula 1, que, a diferencia de lo que había sido Suzuka, ofreció un gran espectáculo para los amantes del automovilismo. En esa lucha por el segundo escalón del podio finalmente ganó el hombre de Mercedes: Russell, que había girado con buen ritmo durante casi toda la carrera, se vio perjudicado por algunos fallos a bordo de su monoplaza que le hicieron perder control y potencia pero supo defenderse de los ataques de Norris con maestría al volante de su W16 y se llevó sus valiosos 18 puntos.
Norris, por su parte, no conquistó ese segundo puesto que había anunciado quería llevarse, pero se quedó con una tercera colocación que cotiza (ganó 15 puntos) y que le permite seguir liderando el campeonato de pilotos, aunque Piastri con esta victoria se le haya acercado más de lo que seguramente le gustaría. El resultado no debería disgustarle a Norris; el británico no sólo había clasificado sexto sino que cometió errores en carrera que podrían haberle costado más caro: fue penalizado con cinco segundos por largar afuera del cajón y debió devolverle una posición a Lewis Hamilton por un sobrepaso fuera de los límites del circuito.
Claro que si de errores –o de fallos técnicos– se habla, el protagonismo central lo tuvo el equipo Red Bull, con problemas enormes en las paradas en boxes: si bien en la primera parada de Max Verstappen hubo una demora fuera de lo habitual, en la segunda directamente perdieron 6.2 segundos, un número altísimo para la escudería austríaca que forzó al neerlandés a girar último durante algunos segundos en la vuelta 27. Así y todo, el actual campeón mundial –que también había tenido una mala clasificación que lo llevó a largar séptimo– se vio favorecido por el ingreso de un safety car seis vueltas después y, finalmente, terminó cruzando la bandera a cuadros sexto, tras sobrepasar a Pierre Gasly en la última vuelta. El hombre de Alpine, por su parte, no logró sostener la cuarta posición de largada pero alegró a la escudería donde es reserva el argentino Franco Colapinto al cosechar los primeros seis puntos para el equipo.
Entre las Ferraris el mejor ubicado fue Charles Leclerc, que culminó cuarto, pero el de mejor actuación fue Hamilton: mientras que el monegasco había largado segundo, el británico lo había hecho desde la novena ubicación para culminar quinto, trepando cuatro posiciones. Otro equipo de buenas actuaciones fue Haas: Esteban Ocon y Oliver Bearman habían clasificado 14º y 20º respectivamente (con el francés además accidentándose en la Q2 y los ingenieros y mecánicos debiendo reconstruir su monoplaza) y finalizaron octavo y décimo, con buenas estrategias y muchos sobrepasos durante la carrera; entre ambos, por su parte, se colocó, noveno, el japonés Yuki Tsunoda (Red Bull).
En definitiva, quien festejó fue Piastri: el piloto de 24 años alcanzó su cuarta victoria en la Fórmula 1 y se convirtió en el primero que repite triunfo en este 2025, en su carrera número 50 en la Máxima, y además le dio a McLaren su primera alegría en el Gran Premio de Bahrein. Y sin embargo, hubo fiesta colectiva para los espectadores: sin dudas, lo que se vivió fue una carrera que entusiasmó desde antes de comenzar y no decepcionó una vez que los monoplazas comenzaron a girar. Pero más allá de las emociones, hay datos concretos: concluida la cuarta fecha, la efectividad de quien hace la pole es del 100%: el más veloz del sábado, se va sonriente el domingo; así fue en estas primeras cuatro fechas y en la carrera sprint que ganó Hamilton. También parece claro que los McLaren son los autos más rápidos, sí, pero hay fallas inesperadas y buenas defensas que los vuelven falibles y hacen de esta temporada una excitante para los amantes del Gran Circo. La próxima estación, dentro de una semana en Arabia Saudita, nos espera prometedora.