Durante la Semana Santa, las escapadas cerca de la Ciudad de Buenos Aires se volvieron una opción ideal para quienes buscan salir del ritmo acelerado y disfrutar de la calma del campo. Durante estos días, son muchos los que aprovechan el fin de semana largo para tomarse un respiro y encontrar paz en lugares donde la naturaleza y la tranquilidad predominan. A poco más de 100 kilómetros de la capital, Lozano se presenta como un destino perfecto para quienes sueñan con un día de campo relajado, rodeados de verde y con un ambiente sereno. Este pequeño pueblo, aún poco conocido, ofrece una experiencia sencilla y reconfortante, ideal para desconectar.
Lozano es una pequeña localidad del partido de General Las Heras que propone una escapada distinta, casi como un viaje al pasado. Sus construcciones antiguas, muchas de ellas conservadas tal como eran décadas atrás, le dan un aire detenido en el tiempo. El pueblo comenzó a cobrar vida a principios del siglo XX, impulsado por la llegada del Ferrocarril Belgrano Sur, cuya estación —hoy un edificio histórico— sigue en pie como testigo silencioso de aquella época.
Con la llegada del ferrocarril, Lozano comenzó a delinear su identidad como comunidad. Alrededor de las vías surgieron dos calles principales que formaron lo que se conoció como el Boulevard París, eje del pequeño centro urbano. Nuevas manzanas fueron planificadas y el pueblo empezó a consolidarse como un punto de referencia para las estancias y actividades rurales de la zona. Con el tiempo, se sumaron servicios esenciales como comercios, escuelas y atención médica, lo que atrajo a familias y afianzó su crecimiento.
Durante su época de mayor esplendor, Lozano llegó a tener cerca de 900 habitantes. Sin embargo, los cambios en la producción agropecuaria y la migración hacia ciudades más grandes provocaron una baja en la población. En la actualidad, muchas viviendas y antiguos establecimientos permanecen vacíos y quienes aún habitan el lugar enfrentan el desafío de sostener la vida del pueblo.
Lozano invita a bajar el ritmo y conectar con la tranquilidad del entorno. Entre sus mayores encantos se destacan las construcciones que datan del siglo XX, especialmente la vieja estación del Ferrocarril, que se conserva en pie y se convierte en una postal obligada para quienes disfrutan de la fotografía o la historia local. Asimismo, la calma que se respira en cada rincón del pueblo lo transforma en un destino ideal para quienes buscan un respiro después de una semana agitada, lejos del ruido y el ritmo de la ciudad.
Fundada en 1912, esta hermosa esquina campera, ya centenaria, es la puerta de entrada al pequeño paraje Lozano. Sin lugar a dudas, El Resorte es una excelente opción para pasar el día y disfrutar de un ambiente de campo, rodeado de paz y tranquilidad. Recientemente, Gustavo Barbella y su esposa, Adriana Salagoity, tomaron las riendas del negocio, dándole su toque personal. Tras varios años cerrado y en ruinas, decidieron restaurarlo y ponerlo en marcha. Por su parte, Gustavo, coleccionista de antigüedades y un hombre de campo, decoró la pulpería de una manera encantadora, dando al lugar una atmósfera única.
En El Resorte, se ofrece lo típico de las pulperías: bebidas, picadas, empanadas y sándwiches, y si se realiza una reserva con tiempo, también se puede disfrutar de un delicioso asado completo. Asimismo, el lugar no solo es ideal para saborear buena comida, sino que es el sitio perfecto para conversar y conocer la historia de Lozano y de la propia pulpería, de la mano de sus dueños.
El espacio estará abierto durante Semana Santa únicamente el sábado y el domingo al mediodía. De todas formas, para las consultas y reservas, se puede contactar a Gustavo al 2227-629447. Por el momento, no cuentan con redes sociales activas.
Otra parada infaltable en Lozano es La Tacuara, el restaurante más conocido del pueblo, que ofrece una auténtica experiencia de campo. Atendido por su dueña, Mónica, el lugar se destaca por sus platos caseros servidos en un cálido patio al aire libre, justo frente a la histórica estación de tren. Entre las opciones gastronómicas, se destacan las empanadas, pastas caseras y los tradicionales asados, que se disfrutan en el aire libre.
Además de su oferta gastronómica, La Tacuara organiza eventos y peñas folklóricas, en un espacio ideal para disfrutar de la música tradicional y la cultura local. Estos eventos son una excelente manera de sumergirse en el espíritu del campo y disfrutar de la calidez del pueblo y su gente. Sin dudas, es una parada obligatoria si se visita Lozano, ya que invita a relajarse y conectar con la esencia del lugar.
Un atractivo adicional de La Tacuara es su decoración que parece de otro tiempo, con sus altas estanterías repletas de botellas antiguas, muebles y carteles de campo, junto con un aire de misterio, transportan a los visitantes a otra época. Originalmente, era un almacén de ramos generales y luego paso a ser una pulpería, aunque hoy funciona como bodegón de pueblo, donde se puede disfrutar de un delicioso asado campero los fines de semana.
Durante Semana Santa, La Tacuara abrirá sus puertas para recibir a quienes buscan una escapada al campo llena de sabores caseros y tranquilidad. No tiene un horario fijo, pero suele comenzar a funcionar a partir de las 12 del mediodía. Es recomendable hacer una reserva con antelación antes de tu visita. Podés hacerlo llamando al 11 2652-4001 y asegurarte una experiencia inolvidable. También podés seguirlos en Instagram: @la_tacuara.lozano para más detalles y novedades.
Para llegar a este pueblo desde la Ciudad de Buenos Aires se debe tomar la AU Acceso Oeste hasta Luján. Desde allí, se empalma con la Ruta Nacional 5 durante algunos kilómetros hasta llegar a la Ruta Provincial 47. Luego, se continúa por esta hasta la entrada de La Choza, se pasa el pueblo y se sigue hasta llegar a Lozano.
Como otra alternativa, se puede ir en el tren Belgrano Sur.