La hoja de ruta es impresionante: ocho Luna Park, un Argentinos Juniors, dos Movistar Arena, cuatro Vélez y ahora dos River, todo en el lapso de dos años y medio. El aumento del poder de convocatoria de Airbag parece no tener techo y ahora llegó al estadio más grande del país para presentar su flamante álbum El Club de la Pelea.
El doblete comenzó en la noche del sábado y se repite hoy domingo. Ambas fechas estaban totalmente agotadas, lo cual suma 140 mil espectadores y los confirma como una de las bandas de rock más populares del país.
Cabe recordar que Guido, Patricio y Gastón Sardelli formaron el grupo en 1999 en un garage de Don Torcuato, cuando tenían apenas 11, 13 y 17 años, respectivamente. Desde entonces, grabaron ocho discos en estudio y dos en vivo, sumando hits hasta llegar al momento actual donde sus recitales parecen una auténtica sucesión de grandes éxitos.
Si bien su pasión siempre fue el rock and roll, muy tempranamente tuvieron éxitos más cercanos al pop y la balada. Su sonido fue luego virando a un hard-rock que hace honor a su ADN rockero, hasta llegar a este gran presente donde gozan de gran credibilidad y cariño por parte de las máximas figuras del rock local, como La Renga, Ricardo Mollo, NTVG y hasta Tan Biónica. Pato incluso tocó como invitado de Thirty Seconds To Mars.
Catarata de hits
Un hecho que confirma el gran momento artístico del grupo es que el repertorio en River se basó principalmente en las canciones de sus últimos discos. Los hermanos Sardelli no necesitan apelar a sus hits de 20 años atrás, como ocurre con otros artistas de rock que llenan estadios, sino que Airbag está disfrutando de la popularidad masiva de su actualidad.
Este primer «Airbag Monumental» arrancó a las 21:10, cuando se apagaron las luces del estadio y se prendió el enorme cartel rojo con el nombre de la banda, colocado en lo más alto del amplio escenario. También se encendieron las gigantescas pantallas de video y los reflectores ubicados en cuatro torres en el campo de juego. Quedó a la vista la espectacularidad del evento y todos comenzaron a gritar.
De pronto se mostró una cuenta regresiva de un minuto, que hizo crecer la expectativa, hasta que las pantallas mostraron al grupo ingresando al escenario, explotaron fuegos artificiales y comenzó el tema Jinetes cromados.
Con el apoyo de Sebastian Roascio Goldar en batería y Joselo Berrone en teclados, la banda tocó 25 temas durante dos horas y media, con un muy buen sonido de nivel internacional y un Pato Sardelli inspiradísimo, cantando mejor que nunca y con su habitual gran desempeño de «guitar hero».
Anarquía en Buenos Aires, con la voz de Guido, mostró el despliegue de energía y grandes estribillos que es el sello del grupo, donde Gastón proporciona la base con su bajo y apoya cada temas con coros.
En Perdido, con Pato en primera voz, estalló una ovación y todo el público cantó el coro de «Esta noche…», saltando y generando uno de los primeros puntos fuertes de la noche, todo coronado por las clásicas imágenes de Maradona que acompañan siempre al tema desde las pantallas.
«¡Buenos noches Buenos Aires!» fue el saludo de rigor, y luego Pato dijo: «Gracias por estar acá. Como saben hablamos poco para tocar mucho». En efecto, enseguida hicieron Corazón lunático con su característico piano de rock and roll, y Vivamos el momento, con el inicio de slap del bajo y un estribillo con una melodía de himno ideal para cantar en una cancha llena.
A diferencia de otras bandas que buscan enganchar los temas y generar una segudilla de hits con la contundencia de una locomotora que no se detiene, Airbag hizo pausas con silencio y luces oscuras entre tema y tema.
Hubo palmas con los brazos en alto durante Verte de cerca, explosiones y buen solo de guitarra en No confíes en tu suerte, y coros de todos los fans en Pensamientos, una power-ballad perfecta que fue otro de los puntos fuertes de la noche.
La primera mitad del concierto siguió con Extranas intenciones, Nadie recordará, Nunca lo olvides, Huracán y Ganas de verte, donde Guido se lució cantando casi a solas con su guitarra.
Después llegó una explosión a todo rock y fuegos artificiales durante Frankenstein. Guido agarró un habano y se pusoa nteojos negros para realzar la letra de Hombre puerco, y en Cae el sol Pato se calzó una guitarra doble mango al mejor estilo Jimmy Page de Led Zeppelin.
El tramo final y los bises
«Vamos a olvidarnos de todo por un rato. De la universidad, el trabajo y las traiciones. Esto es para las personas que ya no están con nosotros. Vamos a hacer música, que es lo que nos trae acá», dijo Pato. Se prendieron las luces en toda la cancha y llegó otro momento inolvidable del show, con Cuchillos Guantanamera y todas las 70 mil personas saltan y gritando.
Para Especial 56, Pato se puso una camiseta de la Selección con el 10, luego brindó con un vaso de whisky antes de Cicatrices, y Guido cantó Apacalipsis entre explosiones, llamaradas y fuegos artificiales.
Un clima más intimista se vivió cuando Pato se sentó al piano e improvisó un solo que incluyó Para Elisa y El sueño del pibe, el tango de Canaro que cantó en Grandes valores cuando tenía apenas 3 años. Desembocó en el hit Por mil noches, donde se emocionó ante la gente y generó un ida y vuelta con el público, hasta terminar abrazado a sus hermanos.
Ya eran las 23 horas cuando llegaron los bises, que comenzaron con un unos ocho minutos de solo de guitarra con parte del Himno Nacional y Adiós nonino de Piazzolla.
En Colombiana tiraron grandes pelotas inflables al público, Pato hizo una cita a Misión imposible, y las chicas de las primeras filas cumplieron con el rito de quedar en topless mientras cantaban el estribillo.
El cierre fue con Diamante, Kalash y el pegadizo éxito de su primer disco, Solo aquí, terminando pocos minutos antes de la medianoche.
El grupo logró la hazaña de llenar el Monumental, quizás el sueño máximo de cualquier artista argentino. Encima, lo hará dos veces. Y a juzgar por las entradas agotadas, no será la última, porque Airbag sigue componiendo nuevos hits y consiguiendo más fans, realizando un crecimiento sostenido desde la edición de su disco anterior, Al parecer todo ha sido una trampa en 2022, llenando estadios en todo el país y también tocando en México, Colombia, Perú, Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay y España.