El secretario nacional de Obras Públicas, Luis Giovine, se presentó en la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), en un clima de expectativas por anuncios de reactivación de, al menos, parte de los emprendimientos paralizados por el actual gobierno. Pero sólo le habló, a la platea empresaria que asistía al evento, de un “desastre administrativo” que el Gobierno vino a normalizar. Entre sus oyentes, hubo varios que días atrás participaron en una encuesta que reveló que el 69 por ciento de las empresas enfrenta caídas en la actividad. La obra pública y privada sigue en jaque.
En la apertura de la 70° edición de la Convención Anual de la Camarco, su presidente, Gustavo Weiss, le reclamó al Gobierno nacional que «la infraestructura debe ser una prioridad para el Estado», pues benefician al desarrollo productivo y federal del país. La reparación de un puerto o de una ruta es parte del “motor del desarrollo del país” y no puede quedar paralizada, advirtió.
La actividad de la construcción es una importante “dinamizadora de la economía”, en palabras de Weiss, por ser mano de obra intensiva y generar innumerables eslabonamientos en el territorio. Solo en contratación formal privada los puestos de trabajo llegan a 386.000, pero la cifra viene cayendo mes a mes desde noviembre de 2023, tras el cambio de Gobierno.
Pero ni el desarrollo en el largo plazo ni las fuentes de empleo parecen ser preocupantes para el Gobierno. Giovine, destacó, distnciándose de las prioridades enunciadas por Weiss, que «el primer objetivo del Gobierno en materia de obras públicas fue revisar el desorden administrativo y de deudas que tenían los 2.337 trabajos que analizamos».
En ningún momento, entre las cifras que repasó el funcionario, se refirió a la “reactivación de 63 obras primordiales (rutas e hídricas)” que el presidente de Camarco confesó a Radio Nacional que esperaba escuchar de Giovine. En vez de eso, Giovine destacó que, como resultado de la revisión adminstrativa, “pudimos priorizar en qué obras tenía que estar el Estado nacional y en cuales no, y llegamos a la conclusión de que las obras municipales (cordones, vestuarios, plazas) no eran prioritarias, y que necesitábamos hacer una base firme para poder crecer».
El secretario de Obras Públicas dijo que convocaron “a las provincias para hacer un plan de obras necesarias, y se llegó al acuerdo de transferir 500 a las administraciones provinciales, y dar de baja a 1.668, y habló del traspaso a las provincias para reiniciar “122 de las 183 obras proyectadas”.
Sobre la construcción de viviendas indicó que encararon “otra forma en la cual el Gobierno Nacional no es el ente financiador sino que ese rol se ejecuta desde las provincias, con fondos propios y en base a las necesidades locales y a las posibilidades reales de financiamiento”, trasladando la responsabilidad a los gobernadores. Esto vino de la mano de la reformulación del Plan Procrear y el de Casa Propia.
Desde la presidencia de Camarco tienen otra visión de cómo está la obra pública: “empieza a tener algún nivel de actividad desde puntos muy bajos”, mientras que “la obra pública provincial y municipal intenta mantener algo de movimiento con fondos propios”, especialmente en las jurisdicciones con mayor solidez fiscal, según apuntó Gustavo Weiss en una entrevista. El presidente de Camarco sentenció que “desde hace un año estamos en una meseta: el sector no cae, pero tampoco crece”.
Apuntó, además, que “la obra privada está trabada por el fuerte encarecimiento de los costos en dólares”. En cuanto al empleo, dijo: “Tuvimos una caída del orden de las 120.000 personas entre junio del 2023 y junio del 2024”. Sin embargo, señaló que el nivel de empleo se ha estabilizado en los últimos meses. “No tomamos ni despedimos gente».
A fines de mayo, la encuesta del Estudio de Opinión Construya, realizada entre el 31 de marzo y el 25 de abril de 2025, reveló que el 69 por ciento de los profesionales y empresarios de la construcción privada en Argentina experimentaron una disminución en su nivel de actividad en el último año. Este estudio indicó que la mayoría de los encuestados reportaron una caída de actividad superior al 20 por ciento.
Entre las principales razones de la baja en los niveles de actividad, los encuestados identificaron la suba de costos como el principal problema, seguido por la baja demanda del mercado. Y en tercer lugar, la incertidumbre cambiaria debido al encarecimiento de los costos en dólares. La falta de obra pública se suma a este listado para terminar de graficar la problemática del sector en general: obra pública y privada en receso.