Dicen que siempre uno vuelve a donde fue feliz. Al lugar en el cual el amor persiste a pesar del tiempo y cualquier circunstancia. Un ejemplo de esto es la casa en la que se crió una persona. La que la cobijó y brindó tantas alegrías, como también amarguras, ojo. Esa que, al fin y al cabo, no deja de ser su hogar. Para Carlos Matheu, Independiente significa todo esto.
El flamante entrenador de la Reserva en conjunto con, en palabras del propio Matheu, “un amigo de la vida” como Eduardo Tuzzio, presenció en la mañana del viernes el amistoso entre la Primera y Lanús en Villa Domínico luego del entrenamiento con sus juveniles, mientras charlaba distendidamente con su cuerpo técnico y Hugo Tocalli, coordinador de las Inferiores del Rojo.
Con una sonrisa típica de un niño al que le regalan el juguete que esperó por mucho tiempo, su camperón de Independiente y el gorro que dice “DT”, recibió a Olé para conversar sobre su filosofía de juego, el proceso formativo de los chicos del club y mucho más.
-¿Cómo estás llevando estas primeras semanas de trabajo con la Reserva? ¿Cómo están con Eduardo llevando todo?
-Bien, la verdad que feliz. Feliz de volver a estar en mi casa con Edu. Muchos años pasé mi vida acá en Domínico y volver a estar acá todos los días y que sea un hábito para mí es una alegría enorme. Así que nada, ya hace un tiempito que estamos trabajando con los chicos, ya con el tiempo obviamente vas encontrando la dinámica, hay un montón de cosas que en el club, el día a día yo no lo tenía. Hoy lo tengo y la verdad que estoy muy contento de poder serle útil al club y de poder aportarle a los chicos en su crecimiento.
Los ex defensores fueron campeones juntos de la Copa Sudamericana 2010.
-Bueno, en este sentido ya tuvieron un par de amistosos contra Defensa, contra Gimnasia… ¿Qué sensaciones encontraste en los chicos?
-Muy buena predisposición, ganas de crecer, un lindo grupo, que para mí esas cosas son fundamentales. La manera de construir buenos grupos, de generar identidad con el club, del esfuerzo y las ganas en los entrenamientos para poder llegar a primera división con herramientas para después obviamente cada uno hacer su carrera y poder cuidar del capital del club que son los chicos. Así que estos partidos son de pretemporada, es parte del proceso que estamos viviendo. Falta una semana más donde la semana que viene tenemos un amistoso con Tigre y después ya la otra inicia el torneo, así que nada, preparándonos para lo lindo que es competir.
-¿Hay alguno de los chicos que te llamó particularmente la atención?
-No, todos. Es difícil hablar de uno porque hay varios, y después todavía hay que terminar de ver el plantel. Hay muchos chicos de Reserva que están en Primera hoy y están en ese plantel por la pretemporada y han bajado a jugar el primer amistoso, el segundo no. Entonces en esa construcción que hacemos de club estamos obviamente viendo a todos, conociendo a todos y entrenando a todos, hacerlos crecer, darles herramientas para que estén en Primera División porque a eso nos alineamos.
-Bueno, justo me diste el pie, mencionaste la Primera, mencionaste alinearlos para la Primera División. ¿Charlás con Julio? ¿Tenés un diálogo fluido?
-Sí, sí, porque es parte del club. Nosotros somos una familia, es Independiente, tenemos todos el mismo escudo y nos cuidamos entre nosotros y la idea de crecer entre todos. Yo estoy feliz de estar en este lugar hoy teniendo de entrenador de Primera División a Julio, del cual yo puedo aprender mucho de él. Teniendo de coordinador de Inferiores a Hugo Tocalli, que es una persona de muchos años en el fútbol y que yo también tengo la posibilidad de poder compartir los días y aprender de él un montón de cosas porque obviamente son mis primeras experiencias. Y estoy feliz de poder desarrollarme en mi casa que es Independiente y poder tener esta posibilidad de dirigir la Reserva y seguir creciendo como entrenador y poder serle útil al club que yo tanto quiero, es un lugar donde valoro y agradezco estar.
-Hablando de experiencia, es tu primera experiencia como técnico de la Reserva o en un equipo particularmente, pero también estuviste varios años acompañando como ayudante de campo a Walter Erviti. ¿Qué pudiste sacar de él en cuanto a conceptos?
-Walter es mi amigo, es un amigo y yo crecí con él un montón y me dio la posibilidad de poder experimentar en esto de ser entrenador y tuvimos varios procesos juntos en Atlanta, en Sportivo Italiano y en Belgrano. Y a partir de eso es que hoy yo llego a este lugar de ser entrenador, porque es como el ser jugador, uno va evolucionando, va creciendo, va experimentando. Walter me dio la posibilidad de crecer. Yo soy un agradecido a Walter y tenemos la misma forma de pensar el fútbol, por eso también trabajamos juntos. Y a la vez, cuando tuvimos la charla esta, que me surgió esta posibilidad de venir a Independiente, de venir a dirigir la Reserva, él sabía que iba a suceder. Porque obviamente uno se relaciona con personas que te hacen crecer y te hacen mejorar, y que tienen esta posibilidad de crecer de forma personal, y es lo que me sucedió a mí. Él me abrió las puertas tranquilamente para poder venir a trabajar acá. Yo con Walter aprendí un montón, crecimos juntos, nos retroalimentamos porque tenemos la misma manera de ver el fútbol, entonces en eso nos ayudamos a mejorar y a ver las cosas para que el equipo crezca y pueda ayudar a los chicos. Porque lo pensamos de esta manera: que nosotros como entrenadores estamos las 24 horas a disposición del jugador para que ellos puedan crecer y puedan tener herramientas para desarrollar su carrera. Así que con Walter nos hablamos todos los días. Va a estar en breve por acá dando una vuelta y para ayudarme. Porque nosotros, más allá de esto, después en la vida privada hablamos y vemos fútbol juntos, y es la manera también de aprender y crecer.
-En su momento, antes de la llegada de Carlos Tevez, se rumoró que estuvieron cerca de llegar también con él como cabeza.
-Es real, tuvimos reuniones con Walter y con Ale Kohan, que la otra vez lo enfrenté en la Reserva porque Ale hoy está con Toby en la Reserva de Defensa y la otra vez jugamos un amistoso. Y sí, era una posibilidad, pero bueno no se terminó dando. Y nada, yo con Walter tengo solamente palabras de agradecimiento, es mi amigo, tengo una relación espectacular y seguimos en contacto todo el tiempo con esto del fútbol, porque seguimos creciendo juntos a la hora de ver y de escuchar. Creo que las opiniones de los amigos son importantes para poder seguir creciendo.
-¿Tenés, aparte de Walter, algún técnico en la actualidad que tomes como referencia en el sentido de los conceptos que aplican sus equipos, la táctica…?
-De todo, porque yo creo que Julio es uno, obviamente. La línea de Julio es la que le gusta a Independiente y la que me gusta a mí. Y yo me crié así, entonces lo siento de la misma manera el fútbol desde esa línea. Después, obviamente que uno como entrenador va viendo de todo y aprende de lo que te gusta y lo que no te gusta, porque esa es la manera de aprender. A lo largo de mi carrera como jugador tuve un montón de entrenadores de todos estilos distintos y de todos aprendí algo, lo que te decía antes. Hoy en día ves fútbol y vas viendo las líneas de los entrenadores y también tengo hasta compañeros o amigos que también dirigen y que también nos ponemos en una cena o un almuerzo a charlar de fútbol. Porque de esa manera uno crece y va viendo también los manejos que tienen para con algunas situaciones, para después tomar decisiones. Porque esto es una toma de decisiones constante, así que me apasiona, me encanta, le dedico mucho tiempo y tengo que seguir creciendo y aprendiendo.
-Aprendiste de todos, pero ¿de quiénes a lo largo de tu carrera como jugador dijiste: “de este técnico aprendí un montón, me llenó la cabeza”?
-De todos me llevé algo. Pero, no sé… Yo tuve a Menotti acá, y César a mí me dio un montón de cosas del aspecto que yo siento que el entrenador, antes de ser entrenador de fútbol, tiene que pensar que el juego de fútbol es un ser humano. Y en el trato, en los vínculos, en generar conexiones con el ser humano para que después pueda rendir dentro del campo de juego. Yo con eso, César lo tenía. Y de su forma, y de cómo te hablaba, y esas anécdotas… un montón de cosas que yo con César aprendí. Me tocó ir a jugar a Italia y tuve a Allegri, que desde el punto de vista táctico y cuando me tocó ser jugador allá, aprender a defender, o perfiles… un montón de cosas que las aprendí en Italia con él, que yo acá no tenía. Entonces, desde el punto de vista táctico, con Allegri aprendí muchísimo. Y tuve un montón de entrenadores que me dieron la posibilidad de poder aprender: a Menotti, te puedo nombrar miles. Tuve a Burruchaga, a Troglio, a Falcioni, a Julio un montón de tiempo, y también aprendí un montón de cosas de él. Tuve a Gustavo Alfaro en Huracán, que también Gustavo es un gran entrenador y te da muchos recursos a la hora de su estilo de juego y de formas de tomar decisiones o de elegir. Tuve a Ariel Holan yo en Defensa y aprendí muchísimo también de este estilo de juego, de cómo generar superioridades… un montón de situaciones que él me enseñó como entrenador y yo como jugador las aprendí. Así que tuve un abanico grande de entrenadores que todos me dejaron algo, y que de todos aprendí algo, y que después, obviamente, yo tendré mi estilo y mi forma de ser entrenador.
Matheu fue dirigido en Bologna por Allegri.
-Bueno, me diste la próxima pregunta. En base a todos estos entrenadores que tuviste, impresionantes, digo: ¿cuál es hoy tu metodología que estás aplicando junto a Eduardo en las inferiores de Independiente, en la Reserva?
-La metodología es la de intentar jugar bien. “Intentar jugar bien” abarca un montón de cosas. Obviamente que todos quieren jugar bien, pero uno se alinea a la idea de Julio (Vaccari), que es la que me gusta a mí: la de poder intentar salir jugando de abajo, intentar generar superioridades, el ser directo para atacar… Hay un montón de cuestiones que uno tiene que ir entrenando: el tener un orden para defender, el tener una estructura para defender, que también me lo ha dado mi mixtura dentro de lo que fui jugando y que vas viendo. Y después vas aprendiendo las formas de entrenar y la metodología, pero con un estilo marcado que también tiene que ver mucho con cómo me tocó a mí ser jugador, y que no quiere decir que, porque fui defensor, no voy a atacar. Todo lo contrario. Pero bueno, tiene que ver mucho con cómo me fui formando yo, cómo siento el fútbol y cómo hoy Independiente lo marca como identidad: que hay que jugar bien para poder ganar. Hay que ganar, y jugar bien. Así que nada, vamos tras eso. Después hay partidos: partidos que se puede dar, otros en los que no. Pero que el modelo del juego está, y que el estilo lo va a tener el equipo.
-Eso te iba a preguntar: a lo largo de los años, Independiente capaz no fue obteniendo los resultados deportivos que lo acostumbraba en las décadas del 70, del 80, del 90… Se empezó a poner en cuestión si sigue existiendo ese paladar negro que siempre marcó la historia de Independiente. Para vos, ¿sigue existiendo?
-Es una identidad que tiene. El ADN Independiente es así. Entonces uno tiene que ir alineado a eso, porque es como lo sentimos. La gente de Independiente lo siente así, lo sentimos así. Después hay partidos, obviamente. Pero la línea tiene que estar, el modelo de juego tiene que estar, la intención. Cuando se planta un equipo de Independiente, se tiene que saber a qué juega. Y después hay distintos ADN, porque hay en el fútbol y se nota. No sé, Estudiantes tiene su manera… Entonces hay cuestiones que están marcadas. Independiente, nosotros lo sentimos de esa manera. Hay que jugar bien. Hay un plan de juego, hay un trabajo atrás para poder lograrlo. Hay días que no se da, pero que el equipo lo va a intentar, lo va a intentar. Después hay trabajo, hay mucho trabajo detrás para poder lograr eso. Y hoy la Primera División lo viene demostrando, y hay que continuar. Hay que continuar en esa línea y seguir trabajando para poder conseguir logros. Porque la historia de Independiente también tiene muchos títulos, es grande el club, te exige. Y eso también es lo que intento yo trasladar a los chicos: es un club donde te exige mucho, tiene mucha historia, hay que conseguir títulos, hay que ganar. Y atrás de eso hay una manera. Entonces, en eso hay que construir.
-Bueno, el objetivo claramente es entonces volver a ser capaz que ese Independiente, que era popularmente conocido por sacar jugadores de sus inferiores, potenciarlos y, afuera nada más hacer algunas compras pequeñas. Ser una fábrica, al estilo de Argentinos Juniors y otros clubes…
-El ADN siempre estuvo. Después es tiempo de poder lograr eso, del sentido de identidad, el sentido de pertenencia… Un montón de cosas que sí en un momento se fueron perdiendo, pero que se pueden construir y que están. Porque somos un club muy grande, con mucha historia. Entonces, la verdad que feliz de poder ser parte, de poder ser útil al club y dejar mi granito de arena para tanta historia que tiene el club.
-Y de formar jugadores. Capaz que en los últimos tiempos han habido posiciones en las Inferiores donde han salido más jugadores, que han llegado a Primera, y otras en las que no. Por ejemplo, en los últimos años ha costado -o no, me lo dirás vos- que salgan más delanteros centros que, por ejemplo, centrales o laterales, o volantes. ¿Es el objetivo también ser más global en cuanto a la formación de los chicos, y que lleguen a Primera y que no sea tan aleatorio, por así decirlo?
-Sí. El tema del delantero, a veces, es un tema del fútbol argentino en general. Entonces sí, puede suceder. Pero, en esto que hoy me toca a mí: ser parte de esa estructura donde puedo ser útil para la institución y para los chicos en el crecimiento. Y que el día de mañana algo les haya dejado. Y todos los chicos que les toca desarrollar su carrera se acuerden de mí como entrenador, para mí eso es fundamental. Y más que como entrenador, como ser humano. Dejarles un legado o algo, una marca, para su futuro como personas. Creo que ese es mi principal objetivo.
-Y hablás de familia Independiente, hablás de una estructura muy grande… Ya dijiste que tenés un diálogo fluido con Eduardo, con Julio. También se los ha visto que han acompañado las concentraciones de la Primera División. ¿Qué encontraste ahí, en el vestuario? No solo en el cuerpo técnico, en materia de conceptos, sino también en el plantel profesional.
-Un grupo muy unido, una idea clara, ganas de ganar y sentido de pertenencia. Porque la realidad es que los referentes del equipo… Los vi con Mancu, que es amigo. Yo y Mancu compartimos plantel, todo. Y se crió acá en el club y tiene mucho sentido de pertenencia. Rodrigo Rey también. No se crió acá, pero él es uno más de Independiente. Y te das cuenta en sus formas, de cómo transmite. Marcone también. Te das cuenta que también es un referente y que quiere mucho el club. Entonces, en esa línea: todo el sentido de pertenencia y todo el querer estar en el club, el tener hambre de conseguir cosas, la unión de grupo… Todo eso se vio reflejado en el tiempo que compartimos con Edu, que los acompañamos en la copa. Y la verdad que es un poco lo que te decía antes: somos una gran familia. Los protagonistas son los jugadores de Primera División, seguramente, y la Primera División con el cuerpo técnico. Y nosotros vamos alineados a que el club crezca, le vaya bien, y consigamos cosas importantes. Que es donde tiene que estar Independiente y que su historia lo marca, por lo grande que es. Así que, en esa construcción, nosotros con Edu somos una partecita chiquita, donde intentamos aportar nuestro granito de arena.
-¿Cómo viene este trabajo en conjunto con Eduardo? No estás solo, tenés un cuerpo técnico atrás, pero al ser de sus primeras experiencias, ¿Cómo llevan ese día a día de ser una dupla? ¿Quién se encarga de determinadas cosas? ¿Quién habla?
-Yo soy muy partidario de trabajar en grupo. Acá está Edu, está Emi Romero, que Emi es un compañero mío que nosotros nos criamos acá en inferiores, jugamos juntos en Independiente, crecimos acá, jugamos en Reserva, Emi no llegó a jugar después, hizo su carrera, pero compartimos toda la vida acá. Y somos chicos nacidos acá en Independiente. Y Emi también es una pata muy importante, con los dos profes: Rodrigo y Facu. El Chispa, toda la gente que trabajamos acá… Yo soy muy partidario de trabajar en equipo y en grupo. Entonces, tomamos las decisiones entre todos. Nosotros charlamos todo lo que pueda suceder en base a los chicos. Y trabajamos en equipo. Soy muy partidario de eso. Entonces, entre todos hacemos todo. Obviamente que hay una cabeza, que soy yo, y que me toca tomar las decisiones. Pero yo soy la cabeza de ese grupo. Después trabajamos todos en equipo, porque es la manera que siento y la manera que vivo el fútbol, porque es un deporte colectivo.
-Volviste a tu casa, abriste la entrevista con esto, volviste con un amigo… ¿Cuál es ese valor agregado que tiene volver con Eduardo y Emiliano a tu casa, Independiente?
-Y mucho, y mucho. Porque son gente del club, gente que quiere al club, que tenemos sentido de pertenencia con el club. Con Edu transitamos mucho en Primera, nos tocó salir campeones, disfrutamos mucho de ese momento histórico que vivimos. Somos amigos fuera, en la vida. Entonces, lo que te hablaba de las relaciones, de las conexiones, para poder trabajar y después para trasladar en el campo. Porque después, en el fútbol sucede lo mismo: necesitás todo el tiempo de conexiones dentro de la cancha. Es lo mismo afuera. Entonces, nosotros como cuerpo técnico, el poder compartir con Edu, que es mi amigo de la vida, y Emiliano, que también es amigo y compartimos acá en inferiores, en la pensión, nos criamos acá en el mismo vestuario que está hoy, en las mismas canchas, jugamos al fútbol juntos… Poder transmitir eso, poder compartir esa amistad desde otro lugar hoy, claro, obviamente que te da un plus, una motivación y una ventaja más a la hora de poder trabajar.
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