La clave para esta semana en el sistema financiero ,en un contexto de una reducida liquidez con las metas del primer semestre aprobadas por el FMI y con una nueva baja de retenciones agropecuarias anunciadas por el Presidente de la Nación Javier Milei el sábado será la renovación de los vencimientos de deuda en pesos el miércoles próximo en que vencen unos 11,8 millones de pesos.
El próximo test para la deuda en pesos será el martes y en esa fecha el Tesoro deberá renovar vencimientos de deuda en pesos por unos 11,8 billones, el equivalente a unos 9.200 millones de dólares, concentrados en las letras del Tesoro como las LECAP y las LETAM. El Tesoro difundió el viernes pasado las condiciones de la licitación que se realizará el próximo martes 29/07. El menú consiste en reaperturas de LECAPS de corto plazo, pero licitará dos nuevos instrumentos dólar linked con vencimientos en agosto y septiembre.
Luego de absorción de unos 5 billones de pesos en esa la licitación extra donde el Tesoro convalidó tasas de interés muy elevadas los rendimientos de las cauciones y de las letras en pesos se dispararon desde ese día pero se comenzaron a estabilizar los últimos días de la semana pasada.
Según los números de la consultora Aurum Valores, entre el vencimiento de julio de y hasta la semana anterior a las elecciones nacionales del 26 de octubre el Tesoro afrontará vencimientos de deuda en pesos con tenedores del sector privado por unos 45 billones de pesos que equivalen a unos 33.000 millones de dólares.
Cuáles son los interrogantes del mercado
Los principales interrogantes en los operadores del mercado financiero local es cómo evolucionarán el valor del dólar, la inflación y el nivel de actividad económica hasta las elecciones nacionales del 26 de octubre próximo pero antes habrá que estar muy a atentos a los resultados de la elección legislativas bonaerenses del 7 de septiembre donde será el primer enfrentamiento de dos futuros candidatos a las elecciones presidenciales del 2.027 el Presidente Milei y el gobernador Axel Kicillof.
El principal desafío del equipo económico será mantener un tipo de cambio contenido, pero sin ahogar la economía con tasas reales demasiado elevadas como las de los últimos días. El valor del dólar oficial cerró la semana pasada a $1.295, luego de haber alcanzado durante la jornada del lunes los $1.305, su máximo histórico nominal. En dólar paralelo se mantuvo sin cambios en $1.320 y se consolidó como la cotización más alta dentro del mercado cambiario. En el segmento financiero, el dólar contado con liquidación (CCL) cerró en $1.290, mientras que el dólar MEP llegó a los $1.286.
Frente a las elecciones en octubre, el equipo económico enfrentará un escenario donde hay tres variables como el dólar, la tasa de inflación y la tasa de interés deben estar en un delicado equilibrio lo que implica una fuerte reducción de la volatilidad en el mercado de las tasas en pesos y eso está relacionado de cómo el Tesoro maneje una situación en la que deberá comprar una gran cantidad de dólares en el caso que el sector agroexportador industrial liquide de aquí a las elecciones unos 10.000 millones de dólares producto de la baja de las retenciones que anunció Milei el sábado.
De acuerdo al último informe de la consultora Ecolatina el objetivo central es mostrar estabilidad cambiaria y de precios sin estrangular la economía con tasas exorbitantes. El trabajo describe que «contener expectativas de devaluación es esencial para permitir una relajación gradual de las tasas reales pero que la misma tenga éxito, ambas necesitan una acción coordinada entre el Tesoro y el BCRA».
Qué pasará con la inflación
Con respecto a la evolución de la inflación en julio de acuerdo con un relevamiento de la consultora LCG, los precios de los alimentos y las bebidas registraron una deflación del 0,2% en la última semana. La baja en el precio de la carne ayudó a ese retroceso. De acuerdo a los cálculos de las consultoras en julio la inflación minorista se ubicará entre el 1,4 y el 1,6 % muy similar a la de junio fue del 1,6%.
La persistencia de este escenario de tasas reales altas por más tiempo podría resultar una complicación en dos sentidos: por un lado, el encarecimiento del crédito que pone mayor presión a la actividad económica en general y por otro lado, un nivel de tasas altas supone una mayor presión fiscal en el futuro. Con respecto a la evolución del nivel de actividad económica está semana, el INDEC dio a conocer el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de mayo que registró una leve caída de 0,1% en comparación con abril.
En la comparación interanual, este índice mostró un crecimiento del 5%, mientras que el acumulado de los primeros cinco meses de 2025 refleja una expansión de 6,1%. En relación al futuro crecimiento de la economía el último informe de la consultora Invec destaca que «es importante remarcar que la recuperación iniciada a mediados de 2024 se interrumpió en febrero de este año. A partir de marzo, el mes previo a la salida parcial del «cepo» cambiario, la economía argentina comenzó a mostrar signos de estancamiento, con una desaceleración en el ritmo de crecimiento como por ejemplo se estancaron los salarios, el crédito crece pero a una menor velocidad, etc.».
El informe agrega que «de cara al cierre del año, mantenemos nuestra proyección de suba del 5% del PBI para 2025. Sin embargo, este número está fuertemente influenciado por el efecto arrastre estadístico de la segunda mitad de 2024 y del impulso observado en los primeros meses del año y la economía cerraría el año en niveles similares a los de fines de 2024, por lo que el crecimiento restante requerido para alcanzar el 5% proyectado sería de alrededor de 1%».