“Para los que me fustigan diciendo que no puedo hablar de fútbol porque soy un “libervirgo” que no sabe nada. Yo jugué hasta la cuarta categoría de Kimberley de Mar del Plata (clase 1975, la misma que Verón), luego me retiré para estudiar derecho. Esta foto es de diciembre de 1991, yo tenía 16 años y estaba visiblemente emocionado porque acabábamos de salir campeones, ganándole a Independiente 3 a 1 en el Estadio San Martín (ya no existe más tal predio)”, posteó Nicolás Marquéz en su cuenta de Facebook.
El biógrafo oficial de Javier Milei compartió un mensaje de su juventud como futbolista en las inferiores del club Kimberley de Mar del Plata. En el mismo posteo, el escritor e intelectual conservador subió una curiosa fotografía de cuando practicaba ese deporte antes de cumplir los 18 años. En el mismo escrito, Márquez remarcó “era de la UCEDE, heterosexual, oficialista y fan de Miguel Mateos”.
El abogado también aclaró que en ese momento no se había hecho católico: “Eso vino un quinquenio después en el Opus Dei”. El vínculo de Márquez con el catolicismo y la religión en general ha sido materia de controversia en los últimos años, aunque él mismo no se presenta como un referente eclesiástico tradicional. De hecho, todo lo contrario, mantuvo una postura muy crítica contra el Papa Francisco y cuestionó su visión renovadora.
En ocasiones ha aparecido en videos y entrevistas donde analiza la religión desde perspectivas culturales o políticas; sin embargo, su postura pública suele cuestionar el papel de la Iglesia en la modernidad o señalar a sus jerarcas con críticas severas, como muestran sus comentarios sobre el congreso de cardenales tras la muerte de Francisco. Una observación compartida por algunos referentes del Opus Dei.
Por otro lado, Márquez es reconocido públicamente como amigo y biógrafo de Javier Milei, y ha sido uno de los principales impulsores de la narrativa mediática y cultural que suele utilizar el mandatario. El cuestionado encuentro de Davos de este año, en el que el presidente sostuvo un discurso contra la ideología woke y la visión LGTBQ+, se enmarca en ese mismo relato.
Junto al periodista Marcelo Duclos, el escritor fue coautor del libro “Milei, la revolución que no vieron venir” (2024), una biografía que el propio presidente apoyó y celebró en redes sociales: “Muchas gracias Nicolás Márquez y Marcelo Duclos por tomarse el trabajo de hacer una biografía sobre mi vida y carrera. ¡Viva la libertad, carajo!», tuiteó Javier Milei tras la publicación. En ese mismo terreno, Márquez no ha esquivado controversias.
Además de presentarse asiduamente como “heterosexual”, suele mantener en entrevistas posiciones fuertemente criticadas por organizaciones de derechos civiles al equiparar palabras históricas y despreciar conceptos como “homofobia”, que según él son “un invento idiomático, con carácter peyorativo e insultante”. Más allá de las polémicas puntuales, su rol como ideólogo cercano al jefe de Estado lo ha colocado en el centro de debates sobre la llamada “batalla cultural”.
En presentaciones públicas ha descrito el contexto político como una transformación profunda: “Sostengo que este gobierno es revolucionario porque no es solo un cambio de administración, sino un cambio de época”, declaró en la Feria del Libro, subrayando la afinidad con la visión de cambio que promueve el presidente.
Autor prolífico y polémico, a través de las últimas décadas ha escrito más de una decena de títulos que trazan su visión crítica de la izquierda y de los movimientos sociales. Entre ellos se cuentan “Perón: el fetiche de las masas” (2015), “El libro negro de la nueva izquierda: ideología de género o subversión cultural” (2016, con Agustín Laje), “La dictadura comunista de Salvador Allende” (2022) y la biografía presidencial. Estas obras lo consolidan con un contundente perfil ultraconservador y como figura central en la corriente mediática que acompaña al mandatario argentino.