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miércoles, octubre 30, 2024

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El proyecto del Gobierno para que la gente pueda importar un Tesla u otros modelos

Importar un auto desde Estados Unidos, Europa o Asia, sin más requisitos que pagar el valor internacional (FOB) que exige la Aduana y los aranceles que correspondan, es el objetivo final de una ambiciosa reforma al Código de Tránsito que está encarando Gobierno. El encargado de dar pistas sobre el proyecto fue el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.

«Vamos a arrancar un poquito agilizando la la registración y la posibilidad de vender autos. Si están autorizados afuera vamos a autorizarlos acá. Así que vamos a ir con pasos incrementales», dijo Sturzenegger a La Nación+, días atrás.

La importación de autos, hoy, exige un proceso de homologación técnica y ambiental que toma meses y que tiempo atrás llegó a demorar más de un año. El proyecto al que se refirió Sturzenegger apunta a que un particular pueda importar un vehículo que no se fabrica en el país, pero que cuente con las homologaciones correspondientes en Estados Unidos o Europa.

En Uruguay, por ejemplo, con un sistema similar se están importando autos Tesla desde 2020. Llegan al país vecino con algunas restricciones, ya que no tienen habilitado el «Autopilot» o conducción autónoma. Además hay que comprarlos con su propio equipo de carga eléctrica, la cual a su vez hay que adaptar a la red local. Pero una vez resuelta la carga, los Tesla pueden circular en Uruguay, con su autonomía de más de 400 kilómetros. Además el Tesla no es un auto caro, al menos si se lo compara con otros autos de alta gama: en Mercado Libre de Uruguay se ofrece el icónico «Model 3», modelo 2024, desde 62.900 dólares (sin incluir el equipo de carga).

La propuesta que esbozó Sturzenegger podría resolver ese tipo de importaciones que hoy no se pueden hacer en el país, porque una empresa como Tesla no tiene representación oficial y por lo tanto sus modelos carecen de homologación técnica y ambiental.

La fecha en la cual estas modificaciones serán puestas en práctica son por el momento una incógnita. Desde la Aduana, fuentes de ese sector aseguraron que va a ser aplicada únicamente para vehículos cero kilómetro. La importación de autos usados seguiría restringida exclusivamente a la “repatriación” de unidades usadas por parte de personas que hayan regresado al país tras haber permanecido dos o más años en el exterior

Es probable, además, que a partir de esa desregulación se abra una nueva puerta al comercio de autos importados, por parte de intermediarios que ofrezcan traer unidades a un precio inferior al que hoy cobran al público la red de concesionarias de las terminales automotrices radicadas en el país (que tienen más de 90% de participación del mercado) o los importadores representantes de automotrices sin fábrica en la Argentina.

Las empresas que comercializan vehículos cero kilómetro en el país están agrupadas en dos cámaras, la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) y la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (CIDOA) y no emitieron opinión sobre la iniciativa oficial, pero sí lo hicieron, en off, algunos de sus integrantes.

Aun aquellos más “aperturistas” señalaron que la importación por parte de un particular representa que la garantía del vehículo recae en el propio comprador, lo mismo que las condiciones de contratación del seguro y otros servicios asociados a la tenencia de un vehículo.

“Es probable que con la nueva normativa comiencen a operar “bolseros” que compran en el exterior unidades de marcas que ya están en la Argentina y las ofrezcan como si ellos fueran distribuidores oficiales, pero puestas en el puerto. Va a ser necesaria una campaña de información para que la gente no sea engañada”, dijo un importador, representante de una importante marca asiática.

Desde una terminal automotriz señalaron que la “letra chica” de la futura reglamentación debería ser específica, además, sobre las motorizaciones y los combustibles que éstas utilizan. Especificaron que en la Argentina la oferta de combustible de las estaciones de servicio está uniformada según el tipo “Euro 5”, sin posibilidad de pasar a motorizaciones más bajas como Euro 3 o más altas, como Euro 6. “Para los autos a combustión, un combustible diferente puede dañar el motor”, agregaron.

Otro importador, de una marca europea sin fábrica en el país, señaló: “Esto ya pasó en los ’90. Lo veo como un proyecto muy orientado hacia los autos de muy alta gama, donde el tipo que lo importa no tiene ningún problema en esperar seis meses a que le llegue un faro o un capot desde afuera, porque ya tiene otros vehículos. O para traer vehículos que no están en el país, como los Tesla. Pero según vemos, no va a tener un impacto en el precio de las marcas de más volumen”.

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