La mayor parte de la población hace la compra en el supermercado. A pesar de que muchos son conscientes de que los mercados, con puestos de pescadería, carnicería y frutería, ofrecen productos de mayor calidad y un trato más especializado, lo cierto es que la comodidad y el precio acaba por atraer a un alto porcentaje hacia los grandes supermercados. Estos reúnen en su interior todo o casi todo lo necesario para alimentarnos en nuestro día a día, también productos frescos como carnes que vienen preparadas para, simplemente, llegar a casa y empezar a cocinar.
La carne envasada que podemos encontrar en el lineal de nuestros supermercados de confianza es una opción cómoda, especialmente para quienes buscan rapidez en sus compras. Sin embargo, esta comodidad puede venir a costa de la calidad. Incluso, la carne envasada puede llegar a ofrecernos una imagen engañosa y torpedear nuestro intento de comprar productos frescos y saludables. Así lo ha advertido @elcarnicerotiktoker, un carnicero conocido en redes sociales por sus consejos y conocimiento sobre lo que a carnes se refiere.
En su vídeo, el experto ha explicado que el empaquetado en atmósfera protegida, una técnica muy común en la industria alimentaria, permite que la carne conserve un color rojo brillante durante varios días. Sin embargo, este aspecto no siempre refleja la verdadera calidad o frescura del producto, ya que el proceso natural de oxidación, que oscurece la carne tras ser cortada, queda enmascarado por este tipo de envasado.
“Lo lógico es que vaya oscureciendo, lo que no es normal es que compres un cacharro en atmosfera protegida de carne picada que tiene 15 días de fecha de caducidad y ni siquiera sabes cuando la han picado. Eso ni es carne ni es nada“, afirma el carnicero. Para evitar estos problemas, es vital conocer el momento exacto en el que la carne fue picada, ya que esto influye directamente en su calidad y seguridad para el consumo.
Todos estos problemas desaparecen cuando acudimos a una carnicería, pues, en estos establecimientos, la carne suele ser cortada y preparada al momento, lo que permite al cliente verificar la calidad del producto en el acto, así como estar 100% seguro de su frescura.
Para aquellos que, por cuestiones de comodidad o tiempo, sigan prefiriendo acudir a los supermercados, el carnicero ha querido expresarles un consejo: sacar la carne del envase unas cuatro horas antes de su cocinado, para así evitar que el sabor y el olor del plástico afecte al resultado final.