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sábado, febrero 1, 2025

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El ritmo de recuperación del PBI en 2025 genera proyecciones opuestas entre economistas

La industria manufacturera creció en diciembre pero cerró el 2024 con una variación negativa, según OJF (Foto: Shutterstock)

Luego de una fuerte caída en el primer semestre de 2024, la actividad empezó a recuperarse en la segunda mitad del año y se estima que la economía podría crecer alrededor del 5% en 2025. Algunos especialistas consideran que las condiciones aún no permiten alcanzar esa cifra, mientras que otros creen que incluso podría superarse.

Al igual que el Banco Mundial, recientemente el FMI proyectó que el PBI de Argentina aumentará 5%, lo que la ubicaría entre las 5 economías de mayor expansión este año, detrás de India (6,5%), Filipinas (6,3%), Kazakstán (5,5%) e Indonesia (5,1 por ciento).

Los últimos datos oficiales disponibles del Indec arrojan que en noviembre pasado la actividad avanzó 0,9% respecto de octubre y 0,1% interanual. Aunque el resultado general del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) fue positivo, no todos los sectores mostraron la misma tendencia. De hecho, sólo 6 de 16 rubros registraron una mejora respecto de igual mes de 2023. La suba más pronunciada se dio en pesca, con un incremento de 164,6 por ciento.

Las estimaciones preliminares de la consultora Orlando J. Ferreres (OJF) para diciembre indican que la actividad económica subió 4,6% interanual y 1,3% frente a noviembre, acumulando cuatro meses consecutivos al alza en la medición desestacionalizada.

En detalle, de 11 rubros relevados, 7 crecieron y el resto mostró variaciones negativas. El sector de intermediación financiera fue el de mayor impulso, al presentar un repunte de 16,2% respecto a diciembre de 2023. Le siguió agricultura, ganadería, caza y silvicultura (15,1%), comercio al por mayor y menor (6,8%) y minas y canteras (5 por ciento).

El IGA de OJF acumuló en diciembre 2024 cuatro meses consecutivos de aumento desestacionalizado

El Banco Mundial ya había señalado que la economía “comenzó a recuperarse en el segundo semestre del año, respaldada por los ingresos del agro y la minería”.

Uno de los sectores más golpeados por la recesión fue la industria manufacturera, que a pesar de haber anotado una suba de 4,5% en diciembre, cerró 2024 con una retracción del 6,2%. La producción aceitera y automotriz lideraron la recuperación del mes.

Si bien dicha reactivación no alcanzó para revertir la caída anual estimada en 2,9% -el dato oficial se conocerá en marzo-, los analistas privados empezaron a revisar sus proyecciones para 2025, pero con diferencias marcadas. OJF espera un crecimiento levemente menor a 5 por ciento.

Claudio Caprarulo, director de Analytica, precisó: “Trabajamos con distintos escenarios y aunque en todos proyectamos una mejora, por ahora las condiciones no están dadas para alcanzar un crecimiento del 5%”. Explicó que “se necesita un aumento de los salarios por encima del porcentaje que está buscando coordinar el Gobierno. Además, la demanda de importaciones también se incrementaría, presionando más sobre la cuenta corriente de la balanza de pagos”.

Para apuntalar el proceso de desinflación, la Secretaría de Trabajo homologa rápidamente los aumentos alineados con la pauta salarial del Ministerio de Economía, (ronda 1% mensual), y se resiste a convalidar los que superan ese umbral. A su vez, propone reformular los incrementos acordados previamente que excedieron el techo oficial.

La construcción continúa en terreno negativo

Desde FIEL, el economista Juan Luis Bour, dijo a Infobae: “Nuestro modelo de principios de enero proyectaba un 4,6% de crecimiento, pero teniendo en cuenta los nuevos datos puede llegar a 5% o algo más. De todas maneras, el riesgo país quedó cerca de 600 puntos básicos, la industria sigue con baja utilización de la capacidad instalada y el contexto global está débil. Diría que 5% es por ahora un muy buen número”. Los sectores que encabezarían el repunte serían el financiero, agro, minería y transporte.

Con una visión más optimista, Pamela Morales Jourdan, afirmó: “Prevemos un crecimiento de 5,5%, con un arrastre estadístico de 3,2 puntos porcentuales. La actividad estará impulsada por el crédito a privados, que financiará la inversión y las ventas, y la recuperación del salario real. Más importante aún, subirá el ingreso disponible, lo que ampliará el consumo”.

Dante Sica, ex ministro de Producción, sostuvo que la mejora de la actividad es más fuerte de lo esperado, por lo que estima un crecimiento del PBI más cercano a 6%. El economista consideró que “la baja de la inflación, la recuperación del crédito, la llegada de nuevas inversiones y el aumento de exportaciones en sectores como el energético, agro y minería; serán los principales motores de la expansión”.

Las proyecciones para la Argentina también dependen del contexto internacional, en un escenario de incertidumbre por los cambios geopolíticos tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

El FMI prevé que la economía mundial crezca 3,3%, tanto en 2025 como en 2026, por debajo del promedio histórico de 3,7%. Al respecto, el organismo explicó: “En Estados Unidos, las condiciones económicas podrían impulsar un crecimiento a corto plazo ya de por sí sólido, mientras que en otras regiones es probable que las proyecciones se revisen a la baja ante una mayor incertidumbre política. Las políticas que afectan el proceso de desinflación en curso podrían dificultar la flexibilización monetaria, con consecuencias para la estabilidad fiscal y financiera”.

El FMI prevé que el crecimiento mundial se mantenga en 3,3%, tanto en 2025 como en 2026, por debajo del promedio histórico de 3,7 por ciento (Foto: Reuters)

Esa situación es seguida de cerca por las distintas autoridades monetarias. El jueves, el Banco Central Europeo (BCE) recortó su tasa de interés ante la desaceleración inflacionaria y el estancamiento económico. Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió que la economía de la eurozona “seguirá siendo débil en el corto plazo”. Aunque la política monetaria continúa siendo restrictiva, la expectativa es que se avance hacia nuevas reducciones.

La decisión del BCE contrasta con la postura de la Reserva Federal de Estados Unidos, que mantuvo sin cambios la tasa de referencia, argumentando que la inflación (2,9% anual en 2024) continúa “algo elevada”. Finalmente, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) no cedió a la presión de Trump, quien impulsaba un recorte.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, aseguró que “no hay prisa” en modificar la tasa de interés, en un mensaje de cautela ante las políticas que pueda implementar la nueva administración republicana.

En principio, Trump anunció que aplicará aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México y amenazó con elevarlos a 100% para los países de los Brics si intentan crear o respaldar una moneda alternativa al dólar. Esto podría impactar en el nivel general de precios y por lo tanto, en las próximas medidas de la FED.

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