El miércoles de la semana pasada Javier Milei se fue de la Casa Rosada cerca de las 21 cuando manifestantes que se desconcentraron de la marcha al Congreso, habían ganado la Plaza de Mayo y se abalanzaban sobre la reja que rodea Balcarce 50 y algunos lanzaban pedradas contra la sede gubernamental. Una semana después, en su despacho, el Presidente celebró efusivamente la decisión de la Cámara de Diputados que blindó el polémico DNU para darle vía libre al acuerdo con el FMI.
El jefe de Estado, a esa hora, estaba en su despacho con su hermana Karina y con Luis Caputo. Milei y el ministro de Economía retrataron ese instante para compartirlo en la red social X apenas se conoció la noticia con los pulgares arriba y su mantra: Viva La Libertad Carajo.
El Presidente primero había reproducido el tablero con lo 129 votos afirmativos que el oficialismo fue a buscar y encontró en la bancada del PRO, la CC, un sector vasto de la UCR y gracias al aporte de gobernadores de todos los colores.
Un rato después se difundió el comunicado de la Oficina del Presidente para agradecer a los legisladores que votaron afirmativamente. «El presidente Milei agradece a los 129 diputados, pertenecientes a la gran mayoría de los bloques políticos, quienes comprendieron el mandato de las urnas y dieron un mensaje a nuestros acreedores que demuestra madurez y grandeza: la lucha contra la inflación es una política de Estado en nuestro país», consignó el documento.
El texto agrega que el nuevo desembolso del FMI servirá para cancelar la deuda existente con el Banco Central. «Implica una reducción del total de la deuda pública», reiteró. Al final destacó que la salida del cepo está en horizonte. «El Gobierno no descansará ni un minuto hasta que el proceso de desinflación sea definitivo y la liberación de las restricciones cambiarias sea una realidad, porque para eso nos han elegido», consigna el texto.
Cómo lo siguieron otros funcionarios
Guillermo Francos siguió los pormenores del Congreso desde su despacho. No subió al primer piso a la oficina contigua a la del Presidente que utilizaban sus antecesores en la jefatura de Gabinete y que ahora ocupa Karina Milei. El segundo de Francos, el vicejefe de Gabinete Lisandro Catalán, estuvo en el Palacio Legislativo desde temprano.
En la víspera, el martes por la noche, el virtual ministro del Interior y Caputo habían terminado de tejer apoyos en el ministerio de Economía con los gobernadores más colaborativos con la Casa Rosada. Los peronistas norteños Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán) visitaron el Palacio de Hacienda a última hora para monitorear el avance de obras. El toma y daca del gobierno libertario es a plena luz. Los diputados catamarqueños se levantaron en el momento crucial.
Cuando ya había comenzado la sesión de la Cámara Baja, Francos recibió en su despacho al gobernador de Neuquén Rolando Figueroa.
La Plaza de Mayo lució vallas de contención que habían estado ausentes siete días antes, una postal que hasta hace poco el Gobierno pretendía evitar. Primó el pragmatismo después de los errores en la implementación, igual que el que obligó a cortar el tránsito varias cuadras a la redonda y a un despliegue policial de 2500 uniformados entre fuerzas federales y porteñas.
En la mesa chica de Milei hasta sugirieron que si fuera por una cuestión de rédito político, les hubiera convenido que se repitieran los incidentes y la represión policial. Lo consideran un recordatorio para un sector vasto de la sociedad. «No hay diferencias de la marcha del miércoles pasado y ésta, son todos kukas que quieren desestabilizar«, dijo un funcionario con acceso permanente al despacho presidencial. La adhesión de La Cámpora a la marcha ayudó a cristalizar esa idea.
El económico es el que más ocupa al Presidente, que suspendió su viaje a Israel. El político, a su hermana Karina. Tras recibir a Cristian Ritondo y a Diego Santilli, el lunes, para avanzar en una integración con el PRO, en la Provincia, la secretaria general de Presidencia supervisa por estas horas el cierre de las alianzas electorales en la Ciudad. Tanto en LLA como en el PRO de la Ciudad negaron eventuales contactos para explorar un frente común.
El martes, el ritondista Matías Ranzini, jefe del bloque PRO en la Legislatura bonaerense visitó la Rosada donde tiene oficina su par libertario Agustín Romo. Los violetas esperan que el peronismo -en el medio de su interna- habilite la votación para suspender las PASO. El consenso político es total. Los libertarios bonaerenses, si pudieran elegir, coincidirían con Cristina Kirchner. Preferirían que la elección provincial fuera la misma fecha que la nacional; en contra del deseo de Axel Kicillof que pretende adelantar el comicio local y de Sergio Massa que prefiere postergarlo.