Cuatro goles en 16 minutos. Así Bayern Munich empezó a fulminar a Auckland City este domingo, en el encuentro que abrió el Grupo C del Mundial de Clubes y a la espera de lo que suceda mañana con el debut de Boca ante Benfica, de Portugal. Al final de la primera etapa el score fue de 6-0 y el global finalizó ¡10-0!. Lo cierto es que no sorprendió la diferencia que existió entre el gigante alemán y la presentación casi amateur del conjunto de Nueva Zelanda, pero sí confirmó el poderío ofensivo de un equipo que así como suele ser candidato en la Champions League, también lo es en este certamen internacional que reúne a los mejores de los diferentes continentes.
En esta goleada, remató 31 veces (17 de ellas al arco), generó 127 ataques y contó con 10 córners. En el conteo de situaciones de riesgo, sumó 17 contra apenas una del rival. De eso tomó nota Boca, más allá de que Miguel Ángel Russo estaba dando una conferencia de prensa en el momento que este encuentro se iba al descanso del entretiempo. Será tiempo para los videos y los análisis una vez que el Xeneize deje atrás el primer escollo: Benfica.
Lo mejor del partido
Bayern Munich, como toda máquina alemana, tiene sus engranajes ajustados tanto para atacar como para defender. Su entrenador, Vincent Kompany, tiene 39 años, casi que podría jugar y estar a la altura de lo que lo hicieron en este encuentro (y lo vienen haciendo hace años) el arquero Manuel Neuer (39), Thomas Müller (35) y Harry Kane (31). Pero no sólo es la seriedad para afrontar un partido que, todo el mundo sabía (y sin pecar de subestimación) tenía ganado de antemano. También es un conjunto que ofrece rebeldía.
El desparpajo lo aportan Michael Olise (23 años), Aleksandar Pavlović (21) y Sacha Boey (24). Luego ingresaron Lennart Karl (17), Jamal Musiala (22) y Adam Aznou (19). Entonces, en Bayern Munich se combina la jugada del 1-0, una jugada preparada de córner marcada por el capitán Kimmich levantando su brazo derecho: eso indicó que el envío iría pasado, Müller -que arrancó en esa posición- arrastró marcas hacia adentro y allí fue la reciente incorporación Jonathan Tah, que con un cabezazo metió la pelota para la anotación (también de cabeza) de Coman. ¿Alguien piensa realmente que el equipo alemán necesitaba de una jugada preparada para ganarle a Auckland? Pero así juega el Bayern, con seriedad alemana. ¿Se toma algunos deslices? A veces, pero son la excepción. Como cuando el partido estaba ya 4-0, Olise se permitió meter una especie de rabona para un pase hacia adentro que era sencillo, fue una de las secuencias dentro de una posesión del 71% que tuvo el vencedor.
El abanico ofensivo de Bayern Munich confirmó las variantes. Tiene un abanico amplio para desequilibrar. puede hacerlo con una jugada de “pizarrón”, como en el 1-0, pero también con una acción colectiva, una presión alta para agarrar saliendo al rival o un remate desde afuera del área. Boca sabe que no lo pueden lastimar de una sola forma, los recaudos que deberá tomar en su segunda fecha del grupo son varios.
Si bien Auckand City les dio tiempo dentro de su propia área chica para los controles y definiciones (difícilmente Boca le entregue esas libertades), el conjunto de Kompany consiguió el 2-0 con un pase pinchado de Kimmich para que Coman le baje el balón para el derechazo cruzado de Boey, el lateral derecho. El 3-0 llegó con un zurdazo de Olise tras un pase cruzado de Müller que primero encontró la pifia de Kane (raro en él). El 4-0 con la jugada de presión alta que resolvió Coman con un zurdazo cruzado. Todo eso se vio desde el minuto 6 al 21 de la primera etapa. Los últimos dos tantos llegaron sobre el final: el 5-0 de Müller con una definición bien de 9, tras otra asistencia de Olise con un centro de izquierda al primer palo y el 6-0 con una obra individual de Olise, una de las figuras de la cancha.
Ese tanto de Olise fue una copia de los tantos goles que ha marcado Lionel Messi en su carrera, uno de los que ahora también ofrece con continuidad Lamine Yamal: cuando el zurdo recibió como falso wing derecho, encaró con su perfil hacia adentro y remató a colocar desde afuera del área para ubicar la pelota junto al palo derecho del arquero. Esta vez lo sufrió Conor Tracey que sufrió diez tantos, pero evitó otros cuatro.
Aleksandar Pavlović es un volante ambidiestro de 21 años y 1m88 cuyo valor de mercado es de 55.000.000 de euros. Tiene contrato hasta junio de 2029 y no apareció en las fotos con flash de este domingo, pero el club tiene depositadas grandes esperanzas en él, por más que lleva la camiseta 45. Casi no tuvo trabajo, pero no le sacó la mirada a la faceta defensiva nunca. Ni cuando el partido estuvo 8-0. Bayern es eso también: vigencia histórica y renovación.
En el segundo tiempo, más allá de los cambios, Lennart Karl por Olise y Gnabry por Coman, la voracidad y seriedad de Bayern Munich no se modificó: tal fue así que a los diez minutos Kimmich hizo una seña de jugada preparada de córner similar a la acción que finalizó en el 1-0, pero esta vez la resolución fue distinta: centro atrás para el remate desde afuera de Gnabry. Salvó Tracey.
Cada uno parece esperar su momento. Así como Pavlovic arrancó como titular con la camiseta 45, Lennard Karl (otro zurdo picante que arranca desde la derecha) ingresó con la 46, Jamal Musiala con la casaca 42 y Adam Aznou, con la 49. Musiala fue la frescura para un doblete y que la cuenta llegue a 8. El primero fue con un remate desde afuera que se metió junto al palo izquierdo del arquero; el segundo de penal, con un toque elegante, por una falta que a él mismo le habían cometido.
Pero Tracey, arquero de Auckland City, que venía siendo el mejor futbolista de su equipo, también se derrumbó en el final: le entregó el 9-0 a Musiala con un pase desde el fondo: intentó imitar la salida de Manchester City y con zurda dio una entrega deficiente dentro de su propia área. El rival, que no tenía por qué perdonarlo, no lo perdonó. Adam Aznou armó una bicicleta por la izquierda para generar la acción del 10-0, anotado por Müller y festejado con furia, como si fuera un gol que define una Champions. Otra característica alemana: todos los goles valen uno, el 10-0 a un equipo de Nueva Zelanda como en una final, sea por el torneo que sea.
Bayern Múnich, reciente campeón de la Bundesliga, llega al Mundial de Clubes como uno de los favoritos para alzar el trofeo de este nuevo formato del Mundial junto al Real Madrid, el Manchester City o el reciente ganador de la Champions League, el Paris Saint-Germain. La salida del extremo Leroy Sané, al Galatasaray, no debería generarle preocupación.
Boca tomó nota de su poderío. No lo sorprendió casi nada. Pero sabe que el próximo viernes deberá hacer un partido sin fisuras si quiere ganarle a una máquina alemana que apunta a ser perfecta.