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lunes, marzo 18, 2024

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Homenaje a Manolo Juárez, entre la música popular y académica

Compositor, arreglador, orquestador, guitarrista, Guillo Espel viene moviéndose desde hace más de treinta años con igual soltura en el ámbito popular y el de la música académica.

De ser una de las cabezas del trío La Posta entre 1989 y 2003 hasta, desde entonces, liderar su propio cuarteto; de haber compuesto obras de cámara y sinfónicas a arreglar u orquestar para figuras tan distintas como Abel Pintos, David Lebón o la soprano rusa Anna Netrebko, Espel ha ido y venido de los géneros populares (no por algo entre sus héroes están Burt Bacharach, Tom Jobim, Paul McCartney o George Martin) a los “cultos” con total comodidad.

Guillo Espel y Fernanda Morello presentarán

Guillo Espel y Fernanda Morello presentarán «Juárez por Juárez» el miércoles 30 de agosto en el Centro Cutural Borges. Foto: Luciano Thieberger.

Revisitando a Manolo Juárez

Lo más importante, ha propiciado encuentros entre las raíces folklóricas y la música de tradición escrita que nunca rozan el híbrido, sino que ahí están complementándose como parte de un todo. Como hicieron el mejor Waldo de los Ríos, o Eduardo Lagos, amigo de Espel como también lo fue otro auténtico innovador: Manolo Juárez, además maestro suyo. Precisamente, a la obra de este último (1937-2020), Espel dedicó el proyecto que está siendo lanzado mañana viernes como álbum: Juárez desde Juárez.

Subtitulado Una mirada desde el piano de Manolo Juárez, son diez composiciones arregladas por Espel para ser interpretadas por la pianista Fernanda Morello -con quien en 2014 realizó un gran álbum, Once mujeres– y el Ensamble Atlántico de la Filarmónica de Río Negro, con la dirección de Martín Fraile Milstein, otro admirador de Juárez; en un registro en vivo grabado en abril de este año en Viedma.

“El punto de partida del disco es la impronta de Juárez”, explica Morello. “Hay una transcripción, en algunos casos hasta nota por nota, de sus arreglos y composiciones. Y eso hizo que tratara de sumergirme en cuestiones de estilo, buscando que el espíritu de Manolo como pianista también estuviese muy presente. Guillo tuvo un cuidado respetuoso -amoroso, diría- con su mirada curatorial y sus intervenciones como orquestador”.

Guillo Espel y Fernanda Morello ya trabajaron juntos en discos como

Guillo Espel y Fernanda Morello ya trabajaron juntos en discos como «Once mujeres», en 2014.. Foto: Luciano Thieberger.

No toda la obra de Juárez estaba formalmente escrita, y aquí talló la amistad y confianza con Espel, quien fue realizando la labor antes referida por Morello de curaduría del trabajo de Juárez: desde remasterizar álbumes clásicos como Tiempo reflejado (1977) a recopilar o transcribir todas las partes de piano tocadas por el músico nacido en Córdoba, que sirvieron como bitácora para este proyecto; particellas al alcance gratuito de quien le interese.

“Manolo tenía algunas de estas composiciones escritas, otras bocetadas como borradores con los que trabajar, y otro tanto grabadas sin escribir”, explica Espel.

“La tarea que me propuse consistió en la desgrabación de todas las obras, escribirlas íntegramente, cotejar y corregir de acuerdo a los registros existentes. La intención musicológica es un resguardo de su catálogo, de modo de poner el material al alcance de todo músico u organismo que se viera interesado por la música de Juárez.”

De su participación en la conservación digital de la discografía de Manolo Juárez, hoy de fácil acceso en las plataformas de streaming, Guillo explica: “Cuando en los años ‘90 comenzó la publicación digital de registros sonoros, se me ocurrió hacer una masterización de sus primeros álbumes, publicados y conservados en vinilo. Ese fue el puntapié de trabajo para masterizaciones posteriores, ya que, obviamente, los recursos técnicos fueron mejorando.”

Maestro y alumno

-¿Cuáles habían sido tus estudios con él?

-Estudié armonía y composición con él desde el ‘83 al ‘89. Por ese entonces Manolo era un maestro muy buscado y traté de contactarlo. Conocía su música desde hacía diez años atrás, ya que mi viejo tenía sus tres primeros discos que yo escuchaba entre muchos otros de su discoteca.

-¿Cómo interpusiste tu mirada como arreglador pero también compositor sobre las creaciones de Manolo; una de las cuales, “Noche de invierno”, había sido escrita entre ambos y grabada por La Posta?

-Cuando en algunas oportunidades me encargaron trabajar la obra de Manolo, lo esencial para mí era tanto potenciar a esta como mi observación sobre ese material. No hay otra forma más genuina para un compositor que buscar esa intersección. De no ser así hubiera sido solo tu trabajo técnico.

En el resultado final eso también está, pero a su vez ese material se expone desde un desarrollo y tratamiento tímbrico que imaginé sobre el discurso de Manolo. Es una mirada sobre otra mirada. ¿Manolo habría instrumentado y recreado así su material? No podríamos saberlo y, para el concepto del álbum no importa demasiado cómo hubiera sido. Lo que busqué es una ensoñación. Tiene el valor de una ofrenda, nada más que eso.

Guillo Espel y Fernanda Morello trabajaron con el Ensamble Atlántico de la Filarmónica de Río Negro, con la dirección de Martín Fraile Milstein. Foto: Luciano Thieberger.

Guillo Espel y Fernanda Morello trabajaron con el Ensamble Atlántico de la Filarmónica de Río Negro, con la dirección de Martín Fraile Milstein. Foto: Luciano Thieberger.

-¿En qué consistió la elección del formato de cámara utilizado?

-Al hacer un trabajo de tan profundo sobre el pianismo de Manolo y sus propias obras, sabía que el piano sería el eje central del espectro sonoro planteado. Pero previo a escribir le pregunté a Martín Fraile cuál era el orgánico del que él disponía. Juntos elegimos entonces casi un doble quinteto -cuerdas y viento- ampliado. Resultaba un formato justo para que fuera tan intimista con un enfoque camarístico, como expansivo y orquestal a la vez.

-Habías cerrado tu álbum del año pasado, «Souvenir», con un arreglo para guitarra solista de “Tarde de invierno”. Ahora aparece orquestada y con piano. ¿Cuáles son las distintas posibilidades que ves en una composición así?

-Las posibilidades son infinitas. Ojalá que la curaduría que hice sobre las partituras que hoy están a disposición, así como mis distintas versiones, promuevan muchísimas más en otros colegas. La música es un proceso dinámico, continuo. Es un ritual de encuentros y en ese marco pulsátil me inscribo.

-¿Cómo es tu interacción con Fernanda Morello?

-Fernanda es una artista asombrosa. Ella grabó unos nocturnos míos para piano en 2010 y desde allí hemos hecho varias cosas juntos. Nuestro disco Once mujeres es uno de mis preferidos y me hace sentir muy orgulloso. El nivel interpretativo de Fernanda es maravilloso. Conmueve interpretando. Para ejemplificarlo vuelvo a este disco sobre Manolo Juárez. Ella proviene de otras músicas, de otras circulaciones y repertorios, y sin embargo el carácter y la gestualidad de Manolo está tan sólidamente lograda que deslumbra.

MFB

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