El Gobierno le acercó está mañana a los distintos bloques parlamentarios una propuesta de modificación del artículo previsional del megaproyecto referido a la movilidad de las jubilaciones y pensiones.
La propuesta es mantener “el ajuste trimestral que les corresponde a todos los jubilados en marzo respetando la fórmula actual. A partir de abril, comienza una actualización automática por inflación mensual en base al último dato de inflación disponible del INDEC. Así se les garantiza a los jubilados que mantengan su poder adquisitivo”, según el texto al que accedió Clarín.
La propuesta no aclara el tratamiento que se le dará a los bonos que vienen cobrando todos los meses desde septiembre 2022 los jubilados y pensionados de haberes más bajos. El último bono que percibieron esos jubilados fue de $ 55.000 durante ese mes de enero, pero todavía no se fijó el valor de febrero.
Del texto oficial se desprende que recién en marzo, las jubilaciones y pensiones tendrán un incremento de acuerdo a la evolución de los salarios y la recaudación tributaria que va a la Seguridad Social de los meses de octubre y noviembre y diciembre. Y en abril tendrían un ajuste según el IPC “disponible”, o sea el que corresponde a febrero (dato que se conoce a mediados de marzo) reemplazando la fórmula actual vigente desde comienzos 2021.
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El vocero presidencial confirmó los bonos para jubilados.
Se estima que la movilidad de marzo podría rondar el 30/35% versus una inflación trimestral del 75/80%. Esto es, hasta que se aplique la movilidad por inflación, los haberes previsionales sufrirían otra pérdida adicional a la que tuvieron con Mauricio Macri y Alberto Fernández. Además, la movilidad por inflación no toma en cuenta el eventual crecimiento real de los salarios y de la economía y mantiene los haberes reales, sin recuperar hasta entre el 25% (haberes mínimos con bono) y hasta el 60% perdidos entre septiembre 2017 y febrero 2024.
SN